DONDE LAS CALLES NO TIENEN NOMBRE

Las Fiestas de la Vendimia

Los escarceos del Ayuntamiento en el calendario han servido para que el jerezano no sienta esta celebración como algo suyoLa Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Estamos metidos de lleno en las llamadas Fiestas de la Vendimia, que durante años conocimos por Fiestas de Otoño, y cuyas reminiscencias se remontan a la antigua y recordada Feria de Septiembre que se celebraba en Jerez con motivo de la nueva cosecha de la uva. Pese a tener referentes muy claros en nuestra cultura como son el vino, el caballo y el flamenco, da la sensación que este ciclo festivo no había encontrado todavía una personalidad definida o una estructura sólida que no despiste a propios y extraños cada vez que llegan estas fechas. Los escarceos de los distintos gobiernos municipales en el calendario han servido durante años para que el jerezano no sienta estas fiestas como algo genuinamente suyo, sentimiento que sí se da por ejemplo con la Feria del Caballo, la Semana Santa o la Navidad. Recuerdo cómo hace años el entonces delegado de Promoción de la Ciudad, Pepe López, llamó a un grupo de periodistas de Jerez entre los que me hallaba para preguntar por nuevas fórmulas y contenidos de un ciclo que ya entonces no terminaba de encajar, o, al menos, no lo hacía con naturalidad. Al comienzo, las Fiestas de Otoño eran tremendamente largas y cansinas. Prácticamente, nos llevábamos un mes con pitos y flautas, lo cual dispersaba notablemente el mensaje y naturaleza de estos actos. Así, por el camino se han ido quedando eventos que, si bien gozaron del aplauso y la presencia del público, fueron caducando y cayéndose estos días de septiembre bien por falta de interés, bien por falta de presupuesto. Las carreras de caballos en la plaza del Arenal y la Gran Parada Hípica son ejemplo de ello. Así, con distintas propuestas, con recortes y añadidos de distinto éxito hemos llegado al año 2010 con unas Fiestas de la Vendimia que, a mi parecer, mantienen la esencia, conservan lo fundamental. La Fiesta de la Bulería, los Cursos de Otoño de la Universidad de Cádiz, la Muestra Internacional de Títeres, las galas de la Real Escuela, los conciertos y recitales flamencos, las catas, la Pisa de la Uva.Este año las penurias económicas del Ayuntamiento de Jerez han recortado la propuesta dejándola en ocho días, del 4 al 12 de septiembre, y, paradójicamente, creo que la austeridad ha dado como consecuencia uno de los programas más redondos y resultones que recuerdo en los últimos años. Sin alharacas, sin fuegos de artificio baratos, sin actividades que sólo servían de relleno, sin polvo y paja. De esta forma nos han quedado unas Fiestas de la Vendimia que son lo que son, que nos refrescan una vez al año nuestra memoria histórica cultural, que pueden agradarle la estancia al guiri que tenga la suerte de coincidir estos días con nosotros por aquí. No hay que aspirar a más, y así, de forma sencilla, con naturalidad y con imaginación de que los jerezanos y los visitantes que las conozcan quedaran mucho más satisfechos. Servidor comenzó a vivir las Fiestas ayer con la cata de vinagre que las bodegas Páez Morilla ofrecieron en la sede del Consejo Regulador y que resultó magnífica. Pude conocer aspectos de nuestro vinagre que ignoraba, y me sorprendió gratamente ver como la Bodega de San Ginés se quedaba sin sitio suficiente para los interesados en la cata, entre los que había muchos jóvenes, por cierto. Este fin de semana nos ha dejado también el concierto de Paco de Cepero y la Pisa de la Uva, y en los próximos días llegarán otras muchas propuestas como la ruta 'Vendimiando por los bares del centro' o las visitas a viñas, bodegas y centros ecuestres. Vaya desde aquí mi felicitación para el equipo de Dolores Barroso por haber conseguido en tiempos de crisis un cartel más que rematado para estas fiestas, y una estructura de poco más de una semana que, a mi juicio, no debería cambiar en el futuro. El único pero quizá es que han comenzado demasiado pronto y todavía hay gente que los fines de semana se va a la playa o no ha terminado de aterrizar tras las vacaciones. Pero bueno, esta primera quincena de septiembre hay motivos sin duda para quedarse en Jerez, así que a disfrutar de nuestra tierra.