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La Casa Blanca recurre a la crisis para pasar página en el Golfo Pérsico

Los republicanos tachan de «ingrato» al líder demócrata por evitar admitir en su discurso sobre el final de la guerra los aciertos de Bush

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Sus asesores habían negado que fuera a hablar de economía, «éste es un discurso sobre Irak», corrigió Ben Rhodes cuando le preguntaron cuánto tiempo dedicaría el presidente a analizar la crisis. Pero el coste de la guerra que el Gobierno anterior intentó hacer invisible fue la gran justificación para explicar el fin de los combates.

Era un momento histórico, el final de una de las guerras más largas de EE UU, que llega «en un momento de gran incertidumbre para muchos estadounidenses» , admitió el presidente. Obama prefirió aparcar la retórica de promover la libertad y la democracia que ha justificado la aventura imperialista, porque «tenemos que entender que la fuerza y la influencia de nuestra nación en el extranjero debe estar firmemente anclada en nuestra prosperidad en casa», explicó. «Y la base de esa prosperidad debe ser una creciente clase media. Desafortunadamente en la última década no hemos hecho lo necesario para apuntalar los cimientos de nuestra propia prosperidad. Nos hemos gastado miles de millones de dólares en la guerra, a menudo financiada con préstamos extranjeros, y con ellos le hemos regateado las inversiones a nuestro propio pueblo y alcanzado un déficit record».

La explicación gustó a 'The New York Times', pero no era lo que los conservadores querían oír. Para la derecha, éste era un momento de celebración, la victoria que no oyeron de Obama, que ni siquiera utilizó estadísticas triunfales, seguramente porque sabe cuán viciadas están. Y es que aunque Irak haya recuperado los niveles de electricidad previos a la invasión, sus habitantes han sido bombardeados con tantos aparatos electrónicos que ahora necesitarían multiplicar muchas veces esa infraestructura para no tener que usar como linternas sus 20 millones de teléfonos móviles.

Los conservadores calificaron a Obama de «ingrato» por no agradecer a su predecesor la estrategia de escalada militar que presuntamente pacificó Irak y ha permitido la retirada, en el mismo calendario que pactase el Gobierno de George W. Bush.