Alberto Ammann, acompañado de Leonor Watling y Pilar López de Ayala, da vida al genial escritor. :: EFE
Sociedad

Super 'Lope' de Vega

Alberto Ammann encarna al 'Fénix de los Ingenios' en una vigorosa cinta que descubre su faceta de aventurero y donjuán

MADRID. Actualizado: Guardar
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Pocas veces el cine de época español ha facturado un producto tan eficiente y convincente. 'Lope', que llega a las pantallas este viernes, es una creíble y emotiva recreación de la turbulenta juventud de Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562-1635), futuro 'Fénix de los ingenios', uno de los grandes de nuestro Siglo de Oro de cuya peripecia personal apenas sabemos nada. Lejos de fijarse en su gloriosa madurez, el director brasileño Andrucha Waddington se detiene en el Lope joven, mujeriego y asilvestrado. Desvela los años jóvenes del dueño de un vigoroso talento que sabe que puede ser genial y cambiar la historia del teatro, pero al que mueve el amor por encima de todas las cosas. Un Lope enamorado que encarna con la eficiencia y la pasión que requiere el reto Alberto Ammann, a quien dan la réplica las no menos eficientes Leonor Watling (Isabel de Urbina) y Pilar López de Ayala (Elena Osorio), las dos primeras damas que ocuparon el corazón de Lope.

Juan Diego, Luis Tosar y Antonio de la Torre completan un reparto de lujo para una cinta que pone el listón del cine de época muy alto, que se mide de tú a tú y obtiene quizá mejor nota que hitos del género como 'Shakespeare in Love' o el carísimo 'Alatriste' de Agustín Díaz Yanes. «Lope fue un adelantado a su tiempo», apunta un orgulloso Ammann. «Empezó a escribir a los siete años y tuvo muy claro dónde quería llegar y cómo quería cambiar la escena. Escribió cosas innovadoras y lo hizo con una frescura y unos recursos que luego los estudiosos han encontrado en la obra de Shakespeare».

«Estamos en una época en la que la vida era corta y muy dura; había que aprovecharla. Quizá por eso la figura de Lope es tan interesante. En pleno siglo de Oro se atrevió a ser un soñador, a amar la vida y además a escribir con vitalidad, ambición y soberbia y de forma indesmayable», añade el actor argentino, ganador del último Goya al actor revelación por 'Celda 211'. Encarna al Lope que años más tarde Cervantes bautizó como 'monstruo de la naturaleza' y que firmaría 2.000 comedias, más de 3.000 sonetos, 7 novelas y que traería al mundo 15 hijos -reconocidos o no- con 13 mujeres antes de morir a los 72 años.

Según Ammann, «la vida de Lope es tan rica que daría para 30 ó 40 películas distintas, pero nosotros hemos preferido hablar de su período más desconocido y menos documentado», explica el protagonista. «Vivió a tope hasta su último aliento. Amó, fracasó, triunfó y volvió a caer. 'Lope' es básicamente una historia de aventuras, teatro y amor. Por eso la relación con estas mujeres, 'Filis' y 'Belisa', tiene tanta importancia».

Una estrella del rock

Habla Ammann de la torturada Elena Osorio, que encarna Pilar López de Ayala, y de la Isabel de Urbina a la que da vida Leonor Watling. Lope las ama mientras lucha por sus ambiciones. «Si tuviera que elegir entre Pilar y Leonor, no sabría con cuál quedarme», dice risueño el actor. Elena Osorio es una liberal, empresaria de éxito y sometida a los caprichos de su padre, el empresario teatral Jerónimo Velázquez que borda Juan Diego, un Salieri que se muere de envidia al reconocer el talento simpar del Joven Lope/Mozart al que quiere explotar. «Su vida es complicada y está llena de sombras en un tiempo en que se condena a las adúlteras, es valiente, transgresora y arrojada. Está llena de ansias de voluntad y no renuncia al placer. Ha sido un papel muy gustoso», resume López de Ayala.

Isabel de Urbina es noble y soñadora. Se rinde al amor y no renuncia a la aventura. Se entrega al soberbio Lope, que es perseguido por la justicia, encarcelado, amenazado por sicarios y bandidos hasta esconderse en el puerto de Lisboa, donde se está preparando el mayor ejército naval de la historia. «Es la primera mujer 'con papeles' de Lope. Un ser solar, lleno de inquietudes, sin dolor y sin miedo. Se entrega al genio de Lope como una 'groupie' que adora a una estrella del rock. Le da pluma espacio y sitio para que escriba, que es lo que realmente ama», resume Leonor Watling.

Andrucha Waddington ha pasado cuatro años sumergido en el universo de Lope. «Me metí el siglo XVI en las venas», explica el director, que ha rodado en Toledo y Madrid, además de convertir la ciudad portuaria marroquí de Essaouira en la bulliciosa Lisboa del Siglo de Oro.