Tocando el cielo
La brasileña Elisany mide 2,06 metros con 14 abriles. Un tumor le hace crecer 15 centímetros al año. Sufre, pero sueña con una operación y con alcanzar el estrellato en la pasarela
Actualizado:A Elisany Silva le sucede lo contrario que a la mayoría de los mortales, que prefieren ser más altos y más guapos. A ella le sobran las dos cosas, belleza y altura, pero de su talla ya ha empezado a renegar. Con 14 años, la joven brasileña ha saltado a la fama por los vídeos que ha colgado en Internet y que ya han estimulado el morbo de miles de visitantes. En distintas imágenes posa con sus siete hermanos para dejar clara su diferencia: mide 2,06 metros de altura y no para de crecer. A razón de 15 centímetros al año, desde que cumplió sus once abriles. Según los expertos, la causa puede ser un tumor en la glándula pituitaria, responsable de la secreción en exceso de la hormona del crecimiento, que en la niñez provoca gigantismo –crecen las extremidades en exceso– y en adultos acromegalia, con notables deformaciones en los huesos.
La cirugía es una solución, pero los padres de Elisany, que viven en el Estado brasileño de Pará, al norte del país, no disponen de recursos. Tal vez la alerta en la Red le sirva para conseguirlos. De momento, su vida no es un camino de rosas, como les ocurre a quienes la sociedad sitúa en los márgenes de la ‘normalidad’ (las personas muy altas, las de talla baja, los obesos o los excesivamente delgados, por ejemplo) y han de soportar múltiples y dolorosas discriminaciones.
Elisany cuenta que desde hace tres meses ya no puede montar en el autobús escolar, porque no cabe, ni tampoco en el urbano; que duerme mal en su cama porque es pequeña e incómoda; que no puede jugar con sus amigos por la diferencia de altura, o que está cansada de darse constantes golpes contra puertas y techos, por si fueran poco los dolores que le generan las constantes migrañas. Su enfermedad también le produce fatiga y, de seguir aumentando estatura, su estado de salud empeoraría con diversas complicaciones.
Sin embargo, no pierde ni la sonrisa ni el humor y ya ha decidido que entre las posibilidades de futuro que le ofrece su talla, optará por las pasarelas frente al baloncesto. Hasta aseguran que a finales de este mes debutará como modelo en un desfile de moda nupcial. Que se preparen las novias menos altas, que tendrán que acortar mangas y bajos para que el vestido se ajuste a su medida.
Primer récord
Elisany Silva ya ha batido el récord de ser la adolescente más alta, no sólo de Brasil, sino del mundo, aunque en su país hay otro joven que hace un par de años medía 2,24 metros y cuyo tratamiento médico también era altísimo al costar 3.000 euros al mes. Elisany figurará cualquier día de éstos en el ‘Libro Guinness de los Récords’, esa publicación que recoge los grandes logros y los mayores esperpentos de los que son capaces los seres humanos. En el lanzamiento de la última edición, en un acto celebrado en Turquía a primeros de este año, aparecían el hombre más alto del mundo y el más bajo. El turco y baloncestista Sultan Kösen, de 28 años y 2,47 metros de estatura, posó junto al chino He Pingping, de 73,6 centímetros de altura y de 21 años. Pingping falleció el pasado 13 de marzo por complicaciones cardiacas. Al parecer, los editores del Guinness aún no han encontrado a su sucesor.
Sin embargo y entre los fallecidos, el récord del mundo en estatura lo ostenta el norteamericano Robert Pershing Wadlow (Alton, Illinois, 1918-1940) que alcanzó los 2,72 metros. Al igual que Elisany, tenía un tumor en la glándula pituitaria. A los cuatro años empezó a crecer de forma descontrolada hasta los 22 años, edad a la que falleció. Sus pies medían 47 centímetros de largo y sus manos (desde la muñeca hasta la punta del dedo medio) 32,7 centímetros. Todos sufren dolores de espalda y de huesos. Elisany también. Mientras sueña con la pasarela, su madre, Ana María Cruz, cuida de su salud y lucha para que le hagan una «tomografía láser».