El Gobierno exculpa a Marruecos y da por zanjado el incidente de El Aaiún
Exteriores no ve indicios de que los españoles fueran agredidos por policías y los activistas tildan al Gobierno de «traidor»
MADRID/TENERIFE. Actualizado: GuardarEl Gobierno se da por satisfecho con las explicaciones exculpatorias ofrecidas por Marruecos sobre el altercado del sábado en El Aaiún, donde un grupo de activistas españoles prosaharauis fueron golpeados mientras se manifestaban en favor de la independencia de la ex colonia. Considera «superado» el enésimo incidente diplomático entre ambos países, que han vivido episodios de tensión a lo largo de todo agosto. Ni se llamará a consultas al embajador español ni se pedirán más aclaraciones porque la recibida es «suficiente».
Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado de Asuntos Exteriores e interlocutor del Ejecutivo para aclarar el incidente, aseguró ayer que nada permite dudar de la versión marroquí, que indica que los activistas iniciaron en El Aaiún una manifestación ilegal, que la marcha derivó en un enfrentamiento entre «manifestantes y ciudadanos marroquíes» en el que varios de los españoles salieron heridos, y que la intervención de la policía magrebí tuvo como principal objetivo poner fin a los enfrentamientos».
El número dos de Miguel Ángel Moratinos señaló en RNE que el Gobierno no puede responsabilizar de lo ocurrido a la policía marroquí, como exigen los miembros de la asociación SaharAcciones, porque «está fuera de toda duda» que fue una «manifestación no autorizada» y Exteriores carece de «elemento alguno que permita avalar esas opiniones» de los activistas, mientras sí que tiene un explicación oficial que afirma lo contrario.
«Lo que sí sabemos -añadió De Laiglesia- es que lo primero que hizo la policía marroquí fue acompañar a los dos más afectados al hospital para que recibieran atención de urgencia antes de prestar declaración en comisaría, y que todo parece indicar que en la manifestación hubo una reacción de grupos que no eran partidarios de lo que los activistas estaban defendiendo».
El Gobierno aconsejó a los activistas y grupos similares «respetar la legislación vigente» en el Sáhara -la implantada por Marruecos en el territorio ocupado- para que «estos incidentes no vuelvan a producirse». La postura es idéntica a la del PSOE que, a través de su secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano, justificó que el Ejecutivo «difícilmente puede proteger» a españoles en el extranjero si incurren en «actividades que no son legales».
El vaticinio de Zapatero
La rápida resolución del incidente casa con el expuesto el lunes por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que antes de conocer la explicación marroquí aseguró que lo ocurrido en El Aaiún no iba a enturbiar la «buena relación» con el país vecino. Laiglesia, en igual sentido, dijo ayer que la relación «estratégica» con el país magrebí tiene que continuar y que, pese al «hostigamiento» del PP, el Gobierno va apostar siempre por el diálogo sin recurrir al «puñetazo en la mesa».
El pase de página diplomático es para los activistas de SaharAcciones un comportamiento «vergonzoso» del Ejecutivo y «una traición al pueblo español». Sus portavoces indicaron que, pese a que no tener «ninguna esperanza» en el Gobierno, la versión de que la policía marroquí no fue quien reventó su manifestación de El Aaiún y golpeó a los participantes en la protesta no se la cree nadie «con sentido común, ni siquiera Rodríguez Zapatero».
El grupo pro-saharaui, sin embargo, no se rindió y ayer entregó los partes de lesiones junto a una denuncia de los hechos en la Subdelegación del Gobierno en Tenerife para que sea investigada y remitida a la Fiscalía por si existen indicios de delito achacables a los agentes marroquíes. Los activistas respondieron al Ejecutivo que la única legalidad que hay que respetar en el Sáhara es la «internacional» porque si España acepta la ley marroquí en ese territorio es que da legitimidad a una ocupación de la ex colonia no reconocida por la ONU.