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Duran i Lleida (CiU) y Josu Erkoreka (PNV) conversan durante el homenaje en el Congreso a las víctimas del terrorismo celebrado en junio. :: EFE
ESPAÑA

CiU anima al PNV a que fuerce el adelanto electoral

CRISTIAN REINO
BARCELONA.Actualizado:

CiU no sólo ha aparcado su espíritu colaborador con el Gobierno, sino que pretende que el PNV haga lo mismo. Felip Puig, número dos de Convergencia Democrática de Cataluña, instó ayer al PNV a que no apoye los Presupuestos del Estado para forzar un adelanto electoral y, si se cumple lo que dicen las encuestas, que Mariano Rajoy desaloje del Palacio de la Moncloa a José Luis Rodríguez Zapatero.

Justo un día después de que el presidente del Ejecutivo se mostrase dispuesto a hacer concesiones competenciales a los nacionalistas vascos a cambio de su apoyo para sacar adelante las cuentas públicas de 2011, Puig, en línea con lo pide la federación nacionalista catalana desde hace meses, reclamó un adelanto electoral. «Estaría bien -dijo- que todos nos opusiéramos a estos Presupuestos y forzáramos unas elecciones anticipadas en España o bien un cambio de Gobierno socialista».

Tras salvar la cara del Gobierno central en la tramitación de la reforma laboral, en el plan de medidas para reducir el déficit público y facilitar con su abstención que pudiera aprobarse el techo de gasto de los Presupuestos, los nacionalistas catalanes ya han anunciado que no apoyarán las cuentas del Ejecutivo de Zapatero, al que calificaron en su día de «cadáver político».

«Nuestro apoyo político no va a existir en estos momentos», es «imposible», manifestó Puig en Radio Euskadi. «Incluso, añadió, preferiríamos sinceramente, y éste es un mensaje a nuestros amigos y socios y vecinos políticos del PNV, que los nacionalistas vascos también, más allá de los regates a corto plazo, vieran y se convencieran de que es necesario un cambio de rumbo, también político en el Gobierno español».

Rodríguez Zapatero se vería abocado a ese adelanto de los comicios si no consigue aprobar los Presupuestos del próximo año ya que una prórroga de los vigentes sería inviable puesto que hay que introducir un drástico recorte en el gasto público para alcanzar los objetivos de déficit del 3% en 2013. El Gobierno tiene asumido no tendría otro camino si no consigue los socios suficientes, pero confía en que el PNV sea una vez más su báculo presupuestario.

Contactos

El Ejecutivo y los nacionalistas vascos, entretanto, siguen dando muestras de actuar en sintonía. Tanto el ministro del Interior como el portavoz económico del PNV, Pedro Aspiazu, coincidieron ayer en rebajar las expectativas porque las negociaciones no han empezado. Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró que «no han comenzado» y Pedro Aspiazu apuntó que negociaciones «como tal no hay», lo que hay son «conversaciones discretas».

Ambas partes mantuvieron un contacto preliminar la semana pasada, cuando se reunieron en Madrid Alfredo Pérez Rubalcaba y el ministro de Fomento, José Blanco, con el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, un encuentro en el que se hablaron de aspectos generales de los Presupuestos.

El tercer afectado por la negociación presupuestaria, el 'lehendakari' Patxi López, aventuró ayer desde San Sebastián, donde presidió la primera reunión de su Gobierno tras las vacaciones, que la tramitación de las cuentas públicas puede tener «un final feliz» siempre que el PNV «no juegue a la contra». El líder socialista se refería al traspaso de las políticas activas de empleo, una de las contrapartidas exigidas por los nacionalistas y sobre las que hace un año había un acuerdo entre las administraciones central y vasca, pero que el PNV vetó en desacuerdo con la dotación económica del traspaso.

Patxi López confió en que «en esta ocasión las conversaciones y negociaciones que se mantienen no perjudiquen a Euskadi para beneficiar a un partido». El lehendakari negó asimismo ser un convidado de piedra en el diálogo entre el Gobierno y el PNV porque está informado en detalle de la evolución de los contactos.