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Un nuevo rostro para la máxima dirigente de ETA
La Guardia Civil, tras casi 20 años, logra actualizar la foto de Iratxe Sorzabal para hacer más efectiva la colaboración ciudadana
MADRID. Actualizado: GuardarLa máxima jefa de ETA tiene nuevo rostro. La Guardia Civil, tras manejar durante casi dos décadas fotografías anticuadas, tiene ahora una imagen actual de Iratxe Sorzabal Díaz, la primera mujer que alcanza la jefatura de la organización terrorista en sus más de cincuenta años de historia. Según los servicios de información, Sorzabal, de 38 años, natural de Irún y una veterana en ETA, es la máxima responsable de la organización tras la caída en febrero y mayo de este año de los cabecillas de los comandos, Ibon Gogeaskoetxea, Mikel Karrera Sarobe y Arkaitz Agirregabiria. Desde octubre de 2009, no obstante, ocupaba la cúpula del 'aparato político' etarra.
La fotografía que el instituto armado va a comenzar a distribuir de forma masiva para hacer más eficaz la colaboración ciudadana, sobre todo en Francia donde se cree que reside desde 2001 con identidad falsa, muestra a una mujer que no llega a los 40 años -cumplirá 39 el próximo noviembre- y a la que la vida en clandestinidad ha pasado factura, ya que está demacrada y envejecida. Nada que ver con la imagen hasta ahora conocida, que databa de principios de la década de los noventa antes de su militancia en ETA, y que mostraba una veinteañera sin arrugas y de un aspecto más lozano.
Accidente
Según explicaron ayer mandos de la lucha antiterrorista, la foto llegó en las últimas semanas a manos de las fuerzas de seguridad españolas. Los servicios de información no quisieron desvelar si esta instantánea fue la que apareció a finales de enero de 2009 en Francia. Por entonces, la Policía gala halló una supuesta imagen de la nueva jefa terrorista después de que esta, en compañía del entonces jefe de operaciones de ETA, Iurgi Mendinueta, sufriera un accidente de tráfico con un coche que acababan de robar en una carretera comarcal de Alto Loira, al sudeste de Francia. Tras el siniestro, ambos excavaron un agujero en la tierra en el que escondieron apresuradamente un ordenador. En el portátil, además de diversa documentación operativa, aparecieron fotos personales de etarras, entre ellas al menos una imagen de Sorzabal, en la que posaba con un niño de corta edad, lo que hizo pensar a los expertos del Ministerio del Interior que la dirigente etarra compaginaba la dirección de la banda con una reciente maternidad, extremo aún no confirmado.
Sorzabal, la mujer que más alto ha llegado nunca en ETA, se habría enrolado en la banda a principios de los noventa como miembro del 'comando Ibarla'. Un talde al que se imputaba una veintena de atentados entre 1994 y 1997, incluidos tres asesinatos, el del policía nacional Eduardo López, en 1994; Josefina Corresa, que falleció en el atentado contra El Corte Inglés de Valencia, en 1995; y el del policía autonómico vasco Ramón Doral, en 1996.
Fue capturada por primera vez en 1997 en Francia cuando pertenecía a los taldes de reserva y estaba acogida por separatistas bretones. Cumplió tres años de condena en el país vecino y regresó a España en 1999. Sin cargos por entonces en la Audiencia Nacional, se convirtió en profesora de euskera en su Irún natal y se convirtió en habitual portavoz de Gestoras de Pro Amnistía, la organización de familiares de presos de ETA.
Detenida de nuevo en 2001 por su supuesta relación con un intento de ETA de organizar atentados en Galicia, fue juzgada por aquella tentativa y por los tres asesinatos del 'comando Ibarla', pero fue absuelta por falta de pruebas y tras denunciar haber sido torturada a manos de las fuerzas de seguridad. Tras la excarcelación su pista se perdió hasta la aparición de la misteriosa fotografía.
Todos los analistas del Ministerio del Interior la sitúan en el sector más duro de la banda, entre los que apuestan por seguir con la violencia y descartan una tregua permanente.