TIEMPOS REVUELTOSDEVUELVAN EL DINERO
La Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados
Actualizado:Escribo estas líneas sufriendo los efectos de lo que ahora todos llaman ola de calor y servidor siempre ha conocido como, simplemente, verano. Me divierte ver en los informativos de televisión esas conexiones que se hacen a las tres de la tarde con Sevilla y Córdoba para contarnos que están a 40 grados de temperatura. En realidad, no hay nada de novedoso en algo así. La noticia sería si estuviesen bajo cero o hubiese nevado, pero 40 grados en agosto en Sevilla es lo normal, lo de siempre. Lo que ocurre es que con el cambio climático estamos todos más sensibilizados con este tipo de cuestiones, pero díganme qué cambio representa que haga calor en verano en Andalucía. Por otro lado, la sequía informativa de los meses estivales lleva a los medios a prestar más atención de lo normal a este tipo de fenómenos. Este agosto no está siendo un mes de buenas noticias que digamos. A la sangría de puestos de trabajo y cierre de empresas que venimos padeciendo en Jerez en los últimos meses se suma ahora una más, Bouncopy, cuyo escenario resulta sin duda irritante. Hace apenas cinco años que esta empresa y una segunda firma dedicada también al mismo sector -los denominados call centers o centros de llamadas- aterrizaron en Jerez. Por lo tanto todos tenemos frescas en la memoria las circunstancias que rodearon la llegada de Bouncopy a la ciudad. El principal atractivo de la inversión era la cantidad de puestos de trabajo que se iban a crear entre los jóvenes, que, por cierto, después no fue tanta cantidad de empleo como se vendió en un principio, y, dicho sea de paso, fue empleo de una calidad bastante pobre. No era necesaria una especial cualificación o, al menos una alta preparación académica, lo que abría las puertas a un gran sector de la población desempleada menor de 35 años. Como suele suceder en estos casos, a las administraciones se les pusieron los ojos como platos ante la posibilidad de ver menguar las listas del paro de forma notable y, siguiendo un guión del que ya se han aprovechado antes otras empresas, a Bouncopy se le abrieron las puertas de Jerez de par en par. No sólo hubo alfombra roja para esta firma, no sólo se le dieron todas las facilidades del mundo para instalarse en Jerez; lo más importante es que también se le otorgaron toda clase de subvenciones y ayudas públicas que sería poco riguroso por mi parte cuantificar en estos momentos, pero que estoy convencido de que fueron de muchos ceros. No voy a cuestionar la concesión de ayudas municipales, autonómicas o estatales a los empresarios que quieran invertir en Jerez, lo cuestionable es que estos señores decidan ahora irse a Paraguay porque allí la mano de obra es más barata y lo hagan de rositas. No entiendo como no están obligados a mantener sus centros de trabajo o a devolver el dinero que se metieron en sus repletos bolsillos sólo por instalarse en nuestra tierra. Ya sucedió antes con casos como el de Puleva o la fábrica de botellas de Vicasa. No entiendo como vuelven a repetirse estos fiascos, como no se obliga a las empresas a reintegrar las subvenciones, como no nos cansamos de que se nos quede esta cara de gilipuertas y ponemos medidas para no padecerla más. Espero no equivocarme, pero Bouncopy tiene toda la pinta de durar en Jerez dos telediarios más y dejar en la estacada a más de 200 personas. Seguiremos informando.
No obstante, no me gustaría concluir esta gacetilla con mal sabor de boca, así que me quedo con una buena noticia, los más de 10.000 abonados que ha logrado sumar el Xerez en esta nueva temporada de regreso a Segunda División. Escribo estas líneas antes del partido contra el Cartagena y le deseo a los azulinos toda la suerte del mundo. Se lo merecen, especialmente, Emilio Viqueira, Paco García y sus ayudantes, que han trabajado mucho y bien.