La sombra de Al-Qaida
Interior ve precipitado atribuir el ataque a los talibanes, pero los mandos militares afganos apuntan a los insurgentes
MADRID. Actualizado: GuardarEl ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que insistió en el carácter «terrorista» del atentado de ayer y en que es «evidente que quien disparó sabía perfectamente lo que estaba haciendo», consideró prematuro hablar de un ataque orquestado por los talibanes o Al-Qaida durante su comparecencia en la sede de su departamento en Madrid.
Sus precauciones contrastaron con las afirmaciones del gobernador de Badghis, Delbar Jan Arman, quien señaló a los insurgentes como responsables de haber organizado los asesinatos y las posteriores revueltas en la ciudad. «Estaba todo planeado (por los talibán), insistió el gobernador.
Los insurgentes, poco después, borraron cualquier sombra de duda sobre la autoría. «Ghulam Sakhi tenía contacto con nosotros desde hace dos meses y planeamos el ataque», reivindicaron los talibán locales a través de su habitual web, donde colgaron un comunicado escrito en pastún y en el que también aseguraron, fieles a sus habituales exageraciones, que durante los sucesos de hoy habían matado «cuatro soldados españoles y a ocho afganos». El líder talibán en Badghis, Mohamad Yusuf, también reivindicó para sí el asesinato de los guardias y el traductor. Yusuf, según fuentes de la Inteligencia española, es un radical militante, «o al menos muy cercano», a Al-Qaida.
Pérez Rubalcaba y la titular de Defensa, Carme Chacón, presidieron durante la tarde de ayer una reunión de urgencia en Madrid para analizar precisamente la autoría del atentado, la posible implicación de los talibanes o de Al-Qaida, y el evidente empeoramiento de la seguridad para los españoles en Qala-i-Naw, una ciudad en la que apenas había habido incidentes.
Al encuentro asistieron los principales responsables de seguridad civil y militar del Estado, entre ellos el número dos de Interior, Antonio Camacho, y el director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán.