Unos niños consumen fruta en un comedor de la capital. :: N. F.
Ciudadanos

La Junta culpa a los colegios del retraso en la apertura de los comedores escolares

El servicio comenzará el día 15 de septiembre pero Educación niega que sea así para ahorrar y destaca que se amplía a mil niños más

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las familias con niños en edad escolar ya saben que este curso comienza el 10 de septiembre y que el servicio de comedor no arrancará hasta el día 15. Según fuentes cercanas a Educación, este desfase entre el calendario escolar y el servicio de comedor se debe a una política de ahorro de la Junta. Pero desde la delegación provincial de Educación desmintieron categóricamente esta argumentación y alegaron que cada centro escolar tiene la potestad de poner el servicio en marcha a partir del mismo día en que se inicia el curso y que el 15 de septiembre es sólo la fecha límite.

Educación subrayó que no sólo no se está recortando presupuesto sino que, para este curso, se ha ampliado el servicio a mil niños más de la provincia, con la puesta en marcha de cinco comedores nuevos: Ginés de los Ríos (Chiclana), San Juan de Rivera (Bornos), Guadaluz (Guadalcacín), Virgen de las Nieves (El Puerto) y Vistalegre (Sanlúcar). Desde la delegación provincial de la Consejería de Educación se argumentó que «es curioso que desde los centros digan que no tienen tiempo para organizar los colegios (por el adelanto del inicio del curso al día 10 de septiembre, que se hizo ya para el curso 2009-2010) y que después algunos directores digan que no hay comedores porque la Junta quiere ahorrarse unos días». «Son argumentos contradictorios», aseguraron desde la delegación provincial.

Para el curso que está a punto de empezar, la Administración Pública ha cambiado las reglas para la adjudicación. Además de las formas legales, en la práctica los cambios han repercutido en mayores exigencias a la empresas de 'catering'. A partir de ahora, estas firmas tendrán que gestionar el cobro de los recibos a los padres, algo que antes hacían los equipos directivos de los colegios. Incluso se ha puntuado favorablemente en el concurso público la inclusión de alimentos ecológicos y se ha obligado a las empresas a entregar alimentos dos veces en semana (y no una como se hacía hasta ahora). El precio del menú por niño y día se mantiene en 4,5 euros. Este aumento de los servicios y la congelación del precio para los padres ha supuesto que algunas pequeñas y medianas empresas, que se dedicaban a dar comidas, se hayan retirado del concurso por escasa rentabilidad. Éste es el caso de la firma gaditana El Patio, que ha dejado de prestar este servicio porque no veía posibilidades de negocio.

Sin embargo, para firmas como Brassica, con sede en Jerez, que abarcan varias provincias y que gestionan sólo en Sevilla los comedores de 48 colegios, el negocio sigue mereciendo la pena, a pesar de la bajada de rentabilidad.

El negocio está quedando en mano de grandes empresas que pueden asegurar su márgenes con un volumen elevado de contratos. Estas compañías sobrepasan las exigencias de la Administración y garantizan cuestiones como la sanidad y la seguridad, así como la calidad de los alimentos. Pero, a pesar de esto, están surgiendo movimientos ciudadanos como la plataforma 'Pro comedores escolares de calidad' que defienden que se mantengan los comedores con cocina propia, dentro de los colegios, argumentando que las comidas son más caseras y, por tanto, mejores. Esta asociación critica la introducción de la llamada línea fría en los comedores porque, a su juicio, «es el sistema más desfavorable de todos, ya que los platos se elaboran días antes», según el portavoz de la plataforma, Juan del Pino.

Precisamente, la empresa de 'catering' escolar Brassica defiende el sistema de línea fría como la mejor solución para garantizar la seguridad de los alimentos, «además de dar la impresión de plato recién hecho», apuntaron desde el departamento de 'Marketing' de la firma.