MUCHO QUE HABLAR

Mañana sin ir más lejos Zapatero tiene una cita con los ministros económicos y, al mismo tiempo, con nuestro futuro más inmediato. Los titulares de Economía, Fomento, Trabajo, Industria y Medio Ambiente tratarán sobre los intratables ajustes que nos esperan, así que oído a los números. Hace tiempo que cantan y cada vez desafinan más.

Nos va a sonar muy mal la partitura de La Moncloa, ya que está orquestada para partirnos por el eje, pero debemos comprender que el ajuste es necesario y no hay peor sordo que el que no quiere oír la aflicción de la patria ni escuchar el triste concierto. Sabemos que el otoño va a ser difícil para todos, incluso para los que tienen ropa adecuada para la estación, pero lo que más nos preocupa es que sea imposible para ese gran contingente de españoles que se encuentran al borde de la desesperación laboral. (Al borde de dentro, no de fuera, de la copa que colma el vaso). Son demasiados los que no ganan ni mucho ni poco, sino nada y los subsidios están inventados para que no nos metan las manos en nuestro plato, cosa que siempre es de mala educación.

También lo es hablar siempre de dinero y sobre todo cuando nos referimos a un ausente. Para criticar a alguien hay que hacerlo cara a cara. Lo que ocurre es que se aproximan las huelgas, que aunque no sean generales tienen una alta graduación. Los que quieren trabajar y no encuentran trabajo son los humillados y ofendidos de esta época. Trabajar es siempre engorroso, cuando no es horroroso, pero aspirar a tener una ocupación y no lograrlo no tiene nombre. Así que tienen mucho que hablar los que están citados mañana. Si no se les ocurre algo que no sea hablar por no callar, van a ponerse más difíciles las conversaciones. Con el ruido no va a ser posible entenderse.