Libros a la sombra de una tumbona

Cádiz provincia, capital del I+D+I poético, no le hace ascos a la narrativa. Recuerden: de Fernán Caballero a Luis Berenguer y Ramón Solís o Fernando Quiñones. Aún hoy, José Manuel Caballero Bonald, Carlos Edmundo de Ory o Pilar Paz. Y las sucesivas y más recientes hornadas que llevan desde Antonio Hernández a José María García López, Eduardo Mendicutti, Ana Rossetti, Jesús Maeso, Enrique Montiel, Manuel Amaya Zulueta o José Ruiz Mata y por supuesto los Felipe Benítez, Juan Bonilla, Montero Glez., José Manuel Benítez Ariza, Rafael Marín, Manuel Jesús Ruiz Torres, José Villalba, Quico Fuertes, José Eduardo Tornay, Aida R. Agraso, José Reyes Fernández, Miguel Ángel García Argüez, el fascinante Juan Luis Romero Peche; o José Félix Palma, que acaba de publicar un nuevo compendio de magistrales historias breves bajo el título de 'El menor espectáculo del mundo'. En espera de que su hermano Juan Carlos publique su primera novela, todos los indicios apuntan a que los gaditanos también son dignamente prosaicos. Y ahí está la carrera narrativa de Manuel Francisco Reina o de Óscar Lobato, cuyo 'Centhaure', recién traducida al francés. Quizá en esa resurrección del gusto por contar tenga mucho que ver la colección 'Calembé', animada desde la Fundación Municipal de Cultura por José Manuel García Gil y Alejandro Luque. Y, por la colección literaria de Diputación que dirigiera Jesús Fernández Palacios y que hoy asumen por géneros el propio José Félix Palma y Carmen Moreno. Es en la colección Alumbre, de la Fundación Provincial de Cultura, en donde ha aparecido un libro tan prometedor como excepcional, 'La estrella invitada', de Fátima Vila, algo más que una colección de microrelatos perfectamente enlazada, que describe un universo lúcido y consistente.

Pero hay más. Si los subgéneros habían sido ya sabiamente burlados por escritores gaditanos como el ya mentado Rafael Marín, o Angel Torres, José Manuel Serrano Cueto, Luis Alberto del Castillo, Ángel Gómez Rivero y Juan Emilio Ríos, entre otros, J.P.Berrocal con 'Caso Leviatán', Saulo Ruiz Moreno con 'Los albores de la eternidad', Mario Ocaña con 'Los señores del viento' o Francisco Javier Castro y Enrique G. Luque, con 'Los diablos del mar'.

¿Dónde encuadrar una novela tan sugestiva como 'La sombra vencida', de Daniel Heredia? Su pasión literaria se adentra ahora en una indagación de la memoria personal y colectiva, entre el Cádiz actual y el Madrid de la movida. Hay más. Y casi todo está por leer, quizá a la sombra de una tumbona en veranos como este.