McCain se juega su escaño en el Senado en las elecciones primarias
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarJohn McCain, el hombre que casi le arrebata la Casa Blanca a Bush y se la disputó a Obama, se jugaba ayer su futuro político en las urnas con una cómoda ventaja gracias a los 21 millones de dólares (16,5 millones de euros) que ha invertido para desbancar a su rival.
Su asiento en Arizona era el más observado anoche en las primarias de partido que se disputaban en cinco estados del país. Puede que todo el dinero del mundo no hubiera salvado a McCain en su desafío más difícil tras 23 años en el Senado. Sin embargo, la aparición de un vídeo que arruinó la imagen de su rival J. D. Hayworth fue el golpe de suerte para un viejo zorro. En la grabación, el candidato al que apoya el Partido del Té por sus críticas al despilfarro de Washington daba consejos sobre cómo conseguir las mismas ayudas que critica. La campaña de McCain se ha asegurado de que todos conozcan esa contradicción, tachándolo de falso y embustero.
Tal ha sido su éxito que, después de haber tenido que cambiar su imagen de conservador moderado a ultraderechista para competir con Hayworth, las encuestas le auguran una victoria de hasta 20 puntos. Necesitará una sólida ventaja para unir al partido de cara a las verdaderas elecciones al Senado de noviembre próximo. De lo contrario, el Partido del Té puede cumplir su amenaza de boicotearle, pese a que su segunda de a bordo, Sarah Palin, le ha mantenido lealtad.
Reputación a prueba
Palin era la única que se jugaba su reputación sin estar en las papeletas. La ex gobernadora de Alaska había apoyado también en su estado natal a Joe Miller, destinado a perder frente a la senadora Lisa Murkosky, quien la criticó por su decisión de abandonar el cargo para dedicarse a la política nacional y a una candidatura presidencial aún sin anunciar. En Florida, el otro gran escenario de estas primarias de partido, Palin ha apoyado a la candidata al Congreso Allen West, que lucha en un campo de multimillonarios y, en Arizona, a Paul Gosar.
La astronómica cifra que ha gastado McCain palidece en comparación a lo que han puesto de su bolsillo dos multimillonarios de Florida. Allí Rick Scott, por el partido Republicano, y Jeff Greene por el Demócrata, han desembolsado entre los dos 75 millones de dólares (59 millones de euros) sin que por ello hayan logrado consolidar la ventaja que al principio le dieron sus campañas masivas. La gran pregunta que arrojaban sus candidaturas era si el dinero lo compra todo en política.