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en ojén (málaga)

Arrojan un cadáver por un barranco tras sacarle la droga que transportaba

Las pesquisas determinan que la víctima, un hombre de mediana edad, no fue asesinado, sino que murió al estallarle una cápsula de cocaína

JUAN CANO | MÁLAGA
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El estado en el que apareció el cuerpo evidenciaba una muerte violenta. La víctima, un hombre de mediana edad, fue hallada al fondo de un barranco en la localidad malagueña de Ojén. El cadáver estaba envuelto en toallas, tenía una bolsa de plástico en la cabeza y presentaba un corte que le cruzaba de arriba a abajo el abdomen. Pero, ¿por qué le habían cosido la herida?

La investigación policial y los hallazgos de la autopsia han permitido dar una explicación al suceso. Todo apunta a que el hombre falleció al estallarle dentro del cuerpo una de las cápsulas de cocaína que transportaba; para no perder la droga, sus acompañantes le habrían hecho un corte en el abdomen, le habrían sacado la mercancía y, por último, habrían arrojado el cadáver por un barranco, según ha podido saber el diario SUR.

El cuerpo fue encontrado durante la madrugada del viernes al sábado en el término municipal malagueño de Ojén. Una pareja que paseaba cerca de una urbanización descubrió el cadáver al fondo de un terraplén y avisó a la Guardia Civil, que envió varias patrullas al lugar. Los agentes confirmaron que se trataba de una muerte violenta, por lo que avisaron a los especialistas de Policía Judicial, que se han hecho cargo del caso.

La principal hipótesis

El cadáver estaba desnudo, envuelto únicamente por unas toallas. Tenía una bolsa colocada sobre la cabeza y un corte que le recorría la barriga de forma longitudinal. Pero lo que más llamaba la atención era que la herida había sido cosida de manera burda con hilo de pescar.

Los agentes trazaron varias líneas de investigación, aunque la autopsia hizo que una de ellas cobrara fuerza sobre el resto. Las pesquisas determinaron que el hombre no fue asesinado, sino que, al parecer, falleció por una reacción adversa a sustancias estupefacientes, posiblemente cocaína. No en vano, el corte que presentaba en el vientre sería post mortem (posterior a la muerte). Además, según las fuentes, el cadáver tenía una serie de lesiones internas que avalarían la tesis de que quienes le practicaron la incisión en el abdomen iban buscando algo.

El caso está en manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que está tratando de identificar al fallecido. Según las fuentes consultadas, se cree que era sudamericano y que tenía entre 45 y 50 años.