Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Editorial

Cooperantes en libertad

La diplomacia española ha logrado el objetivo después de un largo cautiverio

Actualizado:

El secuestro en Mauritania de los tres cooperantes españoles a manos de Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) el 29 de noviembre alcanzó ayer un final feliz al quedar en libertad Roque Pascual y Albert Villalta; como es conocido, Alicia Gámez había sido ya liberada el 10 de marzo, previo pago de un importante rescate que algunas fuentes evaluaron en dos millones de dólares. Es de suponer que la liberación de Roque y Albert ha tenido también una fuerte contrapartida económica. La pasada semana, el maliense Omar Saharaui, condenado en Mauritania a 12 años de prisión por participar en el secuestro de los cooperantes, fue extraditado a Mali, donde no tenía causas pendientes. Este traslado estaría relacionado con una visita de tres días a Mali del ministro mauritano de Justicia, Abidine Uld El Jair, auspiciada por el Gobierno español, que pilotaba discretamente el proceso para conseguir la libertad de los cooperantes. Omar es un mercenario aventurero que no formaría propiamente parte de AQMI y que llevó a cabo el secuestro por dinero (unos 15.000 euros). Mientras se desarrollaban negociaciones para lograr la libertad de los españoles, era asesinado a finales de julio el cooperante francés de 78 años Michel Germaneau, tras fracasar el intento de liberarlo del ejército mauritano apoyado por efectivos franceses (en junio de 2009 fue también asesinado el británico Edwyn Dier después de que Londres se negase a negociar con los terroristas). Fue aquél un mal presagio que nos hizo temer por la vida de nuestros cooperantes. La diplomacia española, que tiene un buen conocimiento de la zona del Sahel donde se desarrollan estas acciones, ha logrado sin embargo el objetivo de la libertad de los tres compatriotas, después de un largo e inhumano cautiverio. Es evidentemente opinable la decisión de pagar rescate en estos casos, ya que el dinero entregado financia objetivamente más terrorismo. Sin embargo, en términos morales y jurídicos, el estado de necesidad justifica estas cesiones. Lo que no obsta para que la comunidad internacional contribuya denodadamente al combate de los Estados de la zona contra los extremistas islámicos que quieren desestabilizar África Occidental.