UNA CIERTA PREDISPOSICIÓN
Actualizado:Todo el mundo habla de la feria según le va en ella, pero a algunos sólo les puede ir muy mal. La Guardia Civil y la Policía se incautan de auténticos arsenales. Hay navajas de todas clases, incluidas las que popularizó el gran Buñuel, para avisar de que somos un país de mucho cuidado, que tienen un crucifijo en la alevosa empuñadura. También se ha recogió catanas 'liliput', puños de hierro y otros instrumentos que forman parte del ajuar de los que salen a divertirse. Incluidas armas de fuego, para no echar de menos a los cohetes.
La chulería y el previo talante bronquista son, según Ortega, una de las muchas formas de histeria. ¿Cómo se puede disponer alguien a pasar un día alegre de asueto colectivo, si lo primero que se le ocurre es ir armado hasta los dientes? «Esta noche mi vihuela/ ronda por lo barrios bajos/ si alguien se mete con ella/ lleva palos pa un asombrajo», avisa la copla anónima y desafiante.
Siempre hay incidentes entre las casetas. Mala combinación el vino calentado al sol de la víspera, con el barullo de la noche, pero lo más curioso es que no hace falta que se combinen estas cosas. En Madrid, a las cinco y cuarto de la tarde, un hombre de setenta años mató de un tiro a una mujer por una discusión de tráfico. Una riña de circulación.
Para pegarle un tiro a alguien hay que llevar pistola. Es un requisito previo a llevar muy malas intenciones y es preciso poseer un arma antes de que te lleven los demonios. El sujeto de marras piensa que los abogados defensores del criminal alegarán que está «mal de la cabeza». Habría que revisar el contenido de las cabezas antes que el de los bolsillos. Hay gente que va a la feria o a dar un paseo con una predisposición. Dispuesta a darle su merecido a alguien, aunque nadie se lo merezca.