Rubalcaba llega a Rabat para cerrar la crisis de la frontera
Marruecos aguarda con interés la visita del ministro y espera explicaciones del supuesto racismo de la policía española
RABAT.Actualizado:El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llega hoy a Rabat a terminar de apagar el incendio que se ha declarado en las últimas semanas entre España y Marruecos. Un fuego que, según el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, no es tal ya que «no ha habido crisis, ni conflicto», pero que ha necesitado de una visita a Rabat del director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Velázquez, otra del ministro del Interior, una llamada del Rey Juan Carlos al jefe de Estado alauita, Mohamed VI, y la promesa de un futuro encuentro, inicialmente previsto para el próximo mes de septiembre, de los jefes de la diplomacia de ambos países para apaciguar el cisma abierto tras los episodios en la frontera de Beni-Enzar en Melilla.
En Marruecos, el Ejecutivo aguarda con interés evidente la visita de Pérez Rubalcaba, y espera que el titular de Interior dé explicaciones. Lo recalcó el pasado jueves el ministro marroquí de Comunicación, Jalid Naciri, quien aseguró que Rabat «está deseoso de escuchar las respuestas necesarias que ha pedido» al Gobierno español. El Ejecutivo magrebí exigió el pasado 9 de agosto que España diera una contestación «precisa» a sus quejas por los incidentes de la frontera, y lo hizo en un comunicado en el que se vislumbraba su exasperación por el silencio de Madrid.
Oficialmente, Pérez Rubalcaba se reunirá con su homólogo Taieb Cherkaui en Rabat para tratar «diversos temas relacionados con la lucha contra el terrorismo, la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, la cooperación en materia de seguridad y otros asuntos de interés común para los dos países».
Seguridad, no Exteriores
El comunicado del Interior no menciona ni una palabra sobre los problemas de la frontera, aunque varios miembros del Gobierno han reconocido que en la reunión se tratará sobre los incidentes.
Pero ni la visita de Alfredo Pérez Rubalcaba a Marruecos parece contentar a algunos en el reino cherifiano. Esta semana, un editorial del diario 'Al Massae', el más leído de todo Marruecos, criticaba a España por enviar al ministro de Interior y no al de Asuntos Exteriores para poner fin a la crisis. Madrid, aseguraba el rotativo, afronta esta crisis desde el prisma de la seguridad, y no el de las relaciones bilaterales. Precisamente, esta parece ser la imagen que España quiere proyectar sobre el problema, como aseguró el pasado viernes el secretario general de Política Municipal del PSOE, Antonio Hernando: «Es cierto que hemos tenido una serie de problemas en la frontera, pero son problemas de orden policial».
«Por primera vez, Rabat ha sentido la presión de su opinión pública (que ha atacado ferozmente las actuaciones españolas), y se ha visto obligada a reaccionar», asegura Mohamed Tozy, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Hassan II de Casablanca.
«Los diarios conservadores y populistas de Marruecos, algunos de los cuales están dirigidos por gente que conoce bien el norte y también España, han presionado mucho, y han jugado con el sentimiento nacionalista», sostiene el politólogo, para quien «los dos países son prisioneros de su opinión pública».
Además, las numerosas críticas vertidas en los medios de comunicación españoles sobre Marruecos han sentado, obviamente, mal en el reino vecino, donde «por ser un país menos democrático, no se diferencia bien entre lo que dice la opinión pública y el gobierno», con la consiguiente crispación, opina Tozy.