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Las películas X serán a partir de ahora más realistas gracias al formato 3D. :: AFP
Sociedad

Sexo en tres dimensiones

La industria del cine pornográfico busca en en las salas de cine en 3D una salida a la crisis que atraviesa

JUAN PABLO NÓBREGA
NUEVA YORK.Actualizado:

En un modesto estudio de filmación situado en un frondoso bosque en las afueras de Hong Kong, el director Christopher Sun mueve afanosamente varios muñecos articulados frente a una inmensa fuente con forma de pene. Tras varios días de intenso rodaje, el cineasta no ha tenido más remedio que recurrir a este truco para explicar a un reparto de actores multilingües el desarrollo de las escenas de la que ha sido denominada primera película porno en 3D.

«No se trata de una historia de sexo al uso, todo tiene que estar muy bien planificado. Sería incapaz de pedir a gente de mi equipo que haga de modelo para los actores. La mejor manera que se me ha ocurrido es utilizar estos muñecos desnudos y así me evito quejas y problemas», declaró el director hongkonés a la agencia Reuters consciente de que esta producción puede marcar un nuevo punto de partida en el arte de hacer películas pornográficas.

Puertas afuera, Sun y su productor, Stephen Shiu, se hallan en una carrera contra reloj para completar '3D y el Zen: Éxtasis extremo' antes de que lo hagan otras dos competidoras: una nueva versión del film erótico 'Calígula' (1979) producida por Tinto Brass y una parodia pornográfica de 'Avatar' financiada por Hustler, uno de los titanes del negocio de la pornografía en Estados Unidos.

Como ha sucedido con otros géneros cinematográficos, el enorme éxito de 'Avatar' -de momento la película más taquillera de la historia- ha propiciado que el dinero fluya a manos llenas para producciones en 3D. Los casi 3 millones de dólares de presupuesto de la película asiática, cuya distribución en los cines está prevista en mayo del próximo año, son una muestra de que hay una apuesta seria porque el cine de contenido sexual vuelva a triunfar en la gran pantalla tras el colapso de las salas X.

Stephen Shiu, un antiguo presentador de informativos convertido en exitoso productor, se muestra convencido de que su película batirá, en todos los terrenos, a las otras dos producciones en liza y hará historia. «Este es el futuro del negocio del cine. Está en la naturaleza humana querer ver las cosas en 3D», señala. Pese a su optimismo, los retos son enormes cuando se trata de realizar un filme técnicamente más complejo que una película porno estándar, en la que suelen abundar las orgías o se practica el sexo acrobático convenientemente encadenado. Filmar en 3D implica recurrir a un procedimiento de iluminación más potente que en las películas convencionales, a la vez que es muy limitada la capacidad de las cámaras de moverse con rapidez. Pero sus precursores insisten, «son historias de amor, va más allá del sexo».