La ONG de los dos españoles secuestrados en Mauritania matiza que las pruebas de vida no son actuales
"Suponemos que el Gobierno tiene algún tipo de información para decir que nuestros compañeros están bien"
BARCELONAActualizado:La ONG Barcelona Acció Solidaria ha puntualizado esta tarde que las pruebas de fe de vida sobre los dos cooperantes secuestrados por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Albert Vilalta y Roque Pascual, y a las que se había referido previamente el dirigente de la organización, Francesc Osán, "no son actuales".
Aunque Osán había manifestado que de las últimas conversaciones informales que habían mantenido con las familias de los dos rehenes se desprendía que éstas habían recibido una prueba de fe de vida, la ONG ha asegurado horas más tarde por medio de un comunicado que lo que el dirigente había hecho era "comentar las que ya se conocían y que fueron ampliamente tratadas y difundidas en los medios de comunicación el pasado mes de marzo". En este sentido, añaden que "actualmente no hay ninguna novedad en esta cuestión que haya sido comunicada de manera oficial" a la ONG.
En el mismo comunicado, se indica que continúan "confiando en la gestión del Ejecutivo español para conseguir la liberación de los dos cooperantes lo más pronto posible". Osán ha afirmado, sin referirse a esas pruebas de vida, que "si el Gobierno afirma taxativamente, semana tras semana que nuestros compañeros están bien de salud, y que las cosas van bien, suponemos que tienen algún tipo de prueba para confirmarlo, si no sería un acto de irresponsabilidad total".
Osan se ha referido también al principal condenado por el secuestro, Sid'Ahmed Ould Hamma, alias Omar Sahraoui, y ha asegurado que su extradición a Mali podría favorecer el intercambio porque "Mali podría ser más flexible que Mauritania". La semana pasada el tribunal de apelaciones de Nuakchot confirmó la sentencia de 12 años de cárcel con trabajos forzados para Omar Sahraoui. Los dos cooperantes, junto a la ya liberada Alicia Gámez, fueron secuestrados el pasado 29 de noviembre en Mauritania por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).