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Las 'salideras' alarman a Argentina

MARCELA VALENTE
BUENOS AIRES.Actualizado:

Una nueva modalidad delictiva causa estupor en Buenos Aires y las localidades de los alrededores. Ya no se trata de secuestros con su correspondiente extorsión, que crecieron hasta 2006, sino de las llamadas 'salideras' bancarias. La última tendencia en asaltos consiste en seguir hasta su casa a clientes que acaban de sacar dinero de una entidad financiera y arrebatarles el efectivo.

El fenómeno crece día a día y se torna más violento. En los primeros seis meses de este año hubo 4.998 casos de 'salideras' en la capital argentina, los alrededores y las principales ciudades del interior. Se trata de 42 asaltos por día. Las cifras, extraoficiales, habrían sido divulgadas por la Policía a diputados de la oposición que elaboran proyectos de ley para frenar esta nueva forma de delincuencia.

El asalto está cada vez mejor organizado. Antes era algo improvisado y los autores se movían en motos, pero ahora tienen más de un vehículo y se presume que, en algunos casos, podrían estar compinchados con empleados de las entidades financieras.

Según la Policía hay establecimientos de alquiler de motos por día que se destinan a este tipo de delitos. Pero los llamados 'motochorros' (ladrones en moto) ya no roban en la esquina del banco. Lo siguen hasta su casa y ahí, sin policías a la vista, se llevan el dinero. Si el blanco es una mujer y anciana mejor. Muchas de las víctimas son jubilados que salen de cobrar su pensión y son asaltados al llegar a su domicilio.

El Gobierno y los bancos asisten impotentes al delito. Explican que con las restricciones bancarias de 2001 (el conocido 'corralito') se impusieron los secuestros, y ahora que el dinero volvió a los bancos, crecen las 'salideras'.

Pero un brutal crimen perpetrado el 29 de julio podría marcar un antes y un después en la historia de la inseguridad ciudadana. Ese día, Carolina Píparo, una mujer de 34 años embarazada de nueve meses junto a su madre, retiró de una sucursal del Banco Santander Río de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, la suma de 10.500 euros. Era el anticipo de la compra de su primera vivienda.

La mujer había intentado sacar el efectivo el día anterior, pero uno de los responsables de la entidad le sugirió volver la jornada posterior a una hora precisa: 11.30 de la mañana. Cuando regresó, el director actuó como cajero y le pagó. Carolina salió del banco con su madre y se montó en su coche. Al llegar a su casa, a dos kilómetros de la sucursal, fue asaltada por dos hombres que venían en moto. «Danos la plata que sacaste del banco», le dijeron a gritos. Cuando intentó entregar la cartera, forcejearon con ella, le dispararon en el vientre y huyeron. La mujer fue trasladada de inmediato al hospital. «Fue el cajero», atinó a decirle a su marido. En la clínica le hicieron una cesárea y nació Isidro, que sobrevivió una semana y falleció el 5 de agosto. Ella aún no sabe que su hijo murió. Sigue sedada, en terapia intensiva, con respirador artificial.