Cameron ficha a un magnate de la moda para recortar el déficit británico
Philip Green, dueño de la cadena Topshop, analizará gratuitamente los gastos del Gobierno y propondrá dónde meter la tijera
LONDRES.Actualizado:El empresario favorito de las más célebres modelos, Sir Philip Green, tiene un nuevo objetivo: la administración del Gobierno británico. Propietario de un imperio de moda, el grupo Arcadia, con cadenas de tiendas como Topshop o Dorothy Perkins, el exuberante capitán del sector privado es el último fichaje del primer ministro británico, David Cameron, en su cruzada por reducir el gasto público para contener un déficit estimado en 180.000 millones de euros. El jefe del Ejecutivo de coalición entre conservadores y liberal-demócratas ha pedido a Green que revise los gastos de todos los ministerios e identifique vetas donde hincar la tijera.
Green tiene un plazo de tiempo limitado para efectuar el trabajo. Las partidas de gastos a recortar o las nuevas fórmulas que posibiliten ahorros y eficiencias en la Administración pública han de identificarse antes del 20 de octubre, cuando el ministro del Tesoro, George Osborne, anunciará su programa concreto de recortes. Para lograrlo, Green cuenta con luz verde para inspeccionar las cuentas y contratos ministeriales durante los últimos tres años. «Debemos enfocarnos hacia las grandes partidas, donde el dinero realmente se gasta», explicó ayer en una entrevista concedida a la BBC.
Es pronto para poner una cifra a las fuentes de ahorro que destapará este empresario con buen olfato para los negocios y habilidad para generar eficiencias en su imperio comercial. Pero, según indicó ayer, no descarta trasladar a la Administración procesos similares a los que se aplican en sus cadenas de tiendas, como la centralización de las compras. Si el sistema funciona con la ropa que Kate Moss diseña para Topshop, también debería funcionar con los folios u otros suministros y servicios que necesitan ministros y funcionarios, vino a decir Green.
La entrada de ejecutivos y empresarios en las altas esferas gubernamentales es habitual en la política británica. Pero el fichaje de Cameron ha enfurecido a los sindicatos y puede provocar divisiones en la coalición. Green no cobrará por su asesoramiento. Con una fortuna personal estimada en torno a los 5.000 millones de euros, no necesita otra fuente de ingresos. Pero la estructuración de sus negocios juega en contra del contribuyente británico. El 92% de la propiedad del Grupo Arcadia está en manos de su mujer, Tina, una «exiliada fiscal», según denunciaron los sindicatos.
Fricciones en la coalición
La familia de Green reside en Mónaco y, por tanto, está exenta de impuestos en Reino Unido. Su esposa cobró un dividendo de 1.440 millones de euros, en 2005, libres de deducciones en Gran Bretaña. El actual ministro de Negocios, el liberal-demócrata Vince Cable, criticó al Gobierno autonómico de Escocia por contratar como asesor a un empresario afincado en Mónaco. El entonces portavoz del Tesoro de su partido señaló que no se puede tolerar a los «millonarios que trampean con los impuestos», pero ayer guardó silencio respecto a la llegada a su equipo de gobierno de un empresario con una cuestionable situación fiscal.