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Carteles machistas. Este es uno de los carteles con fotomontajes que aparecieron ayer en la frontera de Beni-Enzar entre Melilla y Marruecos y que fueron denunciados por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que los calificó como «denigrantes» contra funcionarias del Cuerpo Nacional de Policía que prestan servicio en el paso fronterizo. :: EFE
ESPAÑA

Melilla sufre el bloqueo en su frontera con Marruecos pese a la intervención del Rey

Empleadas del hogar y material de construcción no podrán entrar la próxima semana en la ciudad, que amaneció ayer sin pescado ni fruta

PAULA ROSAS
RABAT.Actualizado:

Melilla amaneció ayer sin pescado, fruta o verdura. Son los coletazos de la tensión que se ha creado en torno a la frontera de las ciudades autónomas desde que el Gobierno marroquí denunciara un supuesto «giro racista» de las fuerzas de seguridad españolas. En el día de ayer, los que sufrieron las consecuencias de la tirantez en las relaciones bilaterales fueron los comerciantes y consumidores melillenses, que se encontraron los mercados desabastecidos debido al boicot promovido por asociaciones marroquíes en el paso de Beni Enzar.

El bloqueo a la entrada de camiones desde Marruecos se puso en marcha a pesar de la intervención del Rey Juan Carlos, que telefoneó el miércoles al monarca alauí, Mohamed VI, para conversar sobre los incidentes que han elevado la tensión entre los dos vecinos. Poco antes de que cerraran los mercados del enclave español, a las 13.30 horas, se permitió la entrada de once camiones cargados de fruta y verdura, con lo que se restableció el suministro.

«Pero de pescado no ha entrado ni un kilo», garantizó a este diario Abdelmoneim Chauki, presidente de la Coordinadora de Asociaciones de Sociedad Civil del Norte de Marruecos, una de las organizaciones que han promovido el paro. El boicot a la entrada de pescado, fruta y verdura se reanudará el próximo miércoles y durará hasta el sábado.

La semana que viene también será movida. A partir de la noche del lunes se boicoteará la entrada a la ciudad autónoma a los camiones con materiales de construcción, un paro que durará 15 días. Además, «el jueves y viernes (19 y 20 de agosto) se impedirá el paso a las mujeres marroquíes que trabajan como empleadas del hogar en Melilla», aseguró Chauki por teléfono. Las asociaciones no han puesto aún fecha para el fin del bloqueo. «La respuesta a cuándo van a terminar los paros la debería dar la Policía Nacional ya que, si los abusos siguen, las protestas van a continuar», advierte el presidente de la coordinadora, un viejo conocido de los agentes de frontera españoles.

Su asociación ha organizado en varias ocasiones protestas en el paso de Beni Enzar, con sentadas que han impedido el paso de vehículos en ambas direcciones durante horas. A estos actos se refirió precisamente ayer el presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda, cuando señaló que los disturbios son obra «de unos 20 ciudadanos marroquíes» que provocan a las fuerzas de seguridad españolas ante la mirada impasible de la policía marroquí.

En una entrevista en la Cadena Ser, el presidente autonómico acusó a Marruecos de «magnificar» los incidentes de la frontera en busca de «otros intereses», y al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de no actuar con la suficiente «contundencia» ante las provocaciones marroquíes.

Carteles y banderolas

La Coordinadora que encabeza Chauki y el otro organizador de la protesta, el Comité Nacional de la Liberación de Ceuta y Melilla (CNLCM), son también los artífices de los carteles y banderolas que se han colocado cerca de la parte española del paso de Beni Enzar con eslóganes en contra de la Policía Nacional. Uno de ellos, un fotomontaje en el que aparecen varios agentes, casi todos ellos mujeres, en lo que aparenta ser una pista de baile, ha desatado las críticas de los sindicatos de policía en Melilla.

La imagen es «denigrante» y trata de burlarse claramente de las funcionarias, ha criticado el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Su secretario general en Melilla, Julián Millán, aseguró ayer a Efe que los carteles son una falta de respeto contra los agentes españoles, especialmente las mujeres «que realizan su labor en unas condiciones más penosas» que sus compañeros varones. El sindicato ha denunciado con anterioridad «machismo» en las agresiones a las agentes por parte de personas que no reconocen la autoridad de una mujer.

Según Abdelmoneim Chauki, la razón del fotomontaje es que «en casi todos los incidentes ha habido una mujer policía de por medio», y por eso les han tomado fotografías. «¿Ellas quieren agredir a los marroquíes y que nos quedemos callados?», se pregunta el activista, que no pudo explicar por qué, siguiendo ese argumento, no se ha realizado un cartel con fotos de los agentes varones que también estuvieron relacionados con los incidentes.