Economía marca el terreno y recuerda a Blanco que solo podrá gastar lo que sobra
El departamento de Salgado recurrirá a una subida de impuestos si no se cumplen sus previsiones de crecimiento
MADRID.Actualizado:Los proyectos de inversión que el ministro de Fomento, José Blanco, quiere sacar del cajón y poner en marcha pese al recorte presupuestario están condicionados a la rebaja de la financiación del coste de la financiación pública. Un primer aviso de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, lo concretó su secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien dejó más claro, si cabe, que el objetivo de reducir el déficit al 6% del Producto Interior Bruto el próximo año es «incondicional». Ni está vinculado a la evolución de la economía ni, menos aún, a la volatilidad de los mercados.
Campa precisó que «el pequeño margen» del que podrá disponer el responsable de incentivar la obra pública procede de un «ajuste fino» de la política presupuestaria. En primavera, cuando se realizó el primer esbozo de las cuentas públicas para 2011, los mercados habían penalizado severamente la deuda española y los costes de financiación eran más elevados. El Gobierno proyecta ahora pagar algo menos a los inversores que compran títulos del Tesoro, y plantea reforzar con esta cantidad el presupuesto de inversión, expuso.
Pero el secretario de Estado de Economía no bajó la guardia en ningún momento. En la conferencia de prensa en la que comentó la evolución de los precios reconoció que las previsiones del Gobierno sobre el crecimiento económico de este año, y sobre todo del próximo, «están en el rango superior» de los análisis que han llevado a cabo instituciones públicas y privadas. «Si el cuadro macroeconómico resulta menos positivo, se tomarán medidas adicionales», advirtió. Es decir, que no sólo el gasto se puede redistribuir -a menos carga de intereses, más inversión-, sino que también cabe pensar en una subida de impuestos si no se cumplen las previsiones de crecimiento. Dos actuaciones que se tienen que decidir en breve, en el marco de los Presupuestos del Estado para el próximo ejercicio.
Anticipó Campa que los planteamientos del Ministerio de Economía «serán conservadores» en lo que al coste de la financiación pública se refiere. Pero precisó que lo importante no es tanto el diferencial de la deuda pública con el bono alemán, porque en el actual episodio de tensiones se ha podido comprobar que esa distancia se acrecienta a causa de la bajada de rentabilidad de los bonos germanos. Así, la última subida del diferencial en 27 puntos básicos se debió a que, con los mercados de deuda muy poco activos, el título alemán bajó 17 puntos y el español aumentó los 10 restantes. «Nuestro coste de financiación apenas se encareció 10 puntos», matizó.
Por todo ello, Economía se apresta a lidiar con los ministerios en la habitual recta final por el reparto de las cuentas públicas que desarrolla todos los veranos. Con el techo de gasto ya aprobado, solamente queda «desnudar a un santo para vestir a otro» o arañar los remanentes, confiesa un técnico veterano.
Más expectativas
Mientras tanto, el ministro de Fomento -que cumplió ayer una apretada agenda que le llevó a recorrer media cornisa cantábrica- reconoció en una rueda de prensa celebrada en Oviedo que el reajuste interno del presupuesto del próximo año, el que le debe permitir rescatar proyectos aparcados de obra pública, «ha levantado más expectativas que recursos hay», por más que se trate de retomar algunas actuaciones que resultarán «de extraordinaria importancia» en el conjunto de España.
En Asturias, Blanco se esforzó en desactivar la sospecha de que puedan resultar favorecidas por un nuevo reparto las actuaciones a llevar a cabo en autonomías gobernadas por los socialistas, y recordó que buena parte de las obras públicas discurren por extensos territorios y favorecen la integración, además de las respectivas economías.
En todo caso, el ministro remitió al mes de septiembre, cuando esté concluida la elaboración de los Presupuestos del Estado, para concretar el cuadro final de la reordenación, y aseguró que «la mayoría de las comunidades autónomas resultarán beneficiadas». Se refirió, además, a las «fórmulas alternativas» que habrán de permitir afrontar más inversiones en infraestructuras, contando en este caso con la financiación del sector privado.
En Ribadeo (Lugo), donde el ministro concluyó su ronda de actos de la jornada con un almuerzo con dirigentes socialistas de la provincia, Blanco reconoció que «aunque no en todos los casos se podrán mantener los plazos previstos» para la ejecución de las infraestructuras, algunos proyectos se considerarán prioritarios por la vertebración del territorio, el volumen de tráfico y otros criterios, y citó entre ellos la Autovía del Cantábrico.