«Jerez necesita planes integrales para acabar con la exclusión social»
Salvador Garrido, delegado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía en Jerez asegura que las propuestas del colectivo han quedado «más en papel que en la realidad para el Ayuntamiento»
JEREZ.Actualizado:La lucha contra la marginación y la exclusión social es una de las premisas marcadas por la Asociación Pro Derechos Humanos de Jerez, creada por Salvador Garrido, junto a un grupo de personas, hace casi 20 años. Aunque cumplir estos objetivos resulta complicado, sus integrantes no desesperan.
-¿Cómo nació la asociación Pro Derechos Humanos?
-La de Andalucía nació en el año 1991. Había una persona muy comprometida en la lucha contra la exclusión social y los derechos humanos, Diamantino García, que fue el fundador. Era un cura obrero, cofundador de la asociación nacional y del sindicato Obreros del Campo. Como era un hombre muy comprometido, decía que en Andalucía no podía haber una asociación «descafeinada», porque la española tenía muchos socios y una difusión extraordinaria, pero le faltaba el nivel de militancia que Andalucía necesitaba. Por eso la creó, pero no era una federación, simplemente decidió, junto a un grupo de gente, entre ellos yo, cofundar el colectivo en la región.
-¿Y la de Jerez?
Diamantino García quiso que en todas las provincias hubiera una delegación de la asociación, que tenía su sede en Sevilla. En su caso, Jerez tuvo el honor de tener la primera delegación que se creó en Andalucía, tras Sevilla.
-¿Por qué?
-No fue por ningún mérito especial. Simplemente porque yo era amigo de él y me encargó que buscara un grupo de gente que trabajara en este tema y así empezamos a caminar. Fue una fecha importante, el 30 de enero de 1992, porque coincidió con la inauguración de la Expo'92 de Sevilla. Recuerdo que le pedimos a Chaves, entonces presidente de la Junta, que destinara el gasto de uno de los puentes que se construyeron para eliminar todo el chabolismo de la ciudad, pero los políticos no eran sensibles a este tema y no nos hicieron ni caso.
-Jerez no llega al nivel de Sevilla, pero también sufre grandes problemas de exclusión social, ¿no?
-Efectivamente. Tenemos un estudio de toda la provincia de Cádiz, dividiéndolo en las áreas con las que trabajamos. Están la de marginación, inmigración y solidaridad internacional. A nivel de Jerez hay uno de 2002 y otro de 2008 a cargo del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía. El segundo destaca que la cantidad de personas muy desfavorecidas suponía el 9,30% de la población y además el número de hogares en riesgo de exclusión social era 4.265, un 9,14%. Estos datos nos dan un poco la idea de que una población como Jerez, que en aquella época tendría 200.000 habitantes, suponía más de la octava parte de la población, es decir unas 33.000 personas.
Los estudios también hablaban de los barrios más desfavorecidos de la ciudad. En 2002 eran San Benito, San Juan de Dios, Santiago, San Mateo, la Cruz Vieja y San Telmo. En 2008, las zonas desfavorecidas eran Cruz Vieja, alrededores de San Telmo, Las Viñas, Santiago, Santa Ana, Los Naranjos, Alegría, San Miguel y las especialmente desfavorecidas, San Benito, San Juan de Dios, San Mateo, Cruz Vieja, Federico Mayo y San Telmo. Como ves son zonas que siempre han tenido unas características de exclusión y donde precisamente el Ayuntamiento ha debido hacer planes integrales, que han quedado más en el papel que en la realidad.
-De todo el tiempo que lleva al frente del colectivo, ¿con qué se queda?
-Me queda la labor de mis compañeros trabajando en una lucha permanente, sin desánimo, a pesar de que vivimos momentos difíciles para la militancia y el compromiso social. Sin embargo, aquí la gente tiene muy claro que lo importante es haber sido fieles a los objetivos que nos propusimos: la sensibilización a la sociedad -difusión a través de la prensa y de talleres en centros escolares-, la reivindicación de los derechos humanos -que no se está cumpliendo-, y la denuncia -hacer partícipe a la sociedad aquello que no se está haciendo bien y dando alternativas-.
No hacemos grandes acontecimientos, son pequeñas campañas, pero una de las más importantes es la que hicimos el año pasado llamada 'La Andalucía invisible', que consistía en recabar firmas para pedir al Parlamento Andaluz la ley de Inclusión Social. Recuerdo que tuvo bastante repercusión en las calles de Jerez.