La explosión de un coche bomba sacude el centro financiero de Bogotá sin dejar víctimas mortales

Un atentado con coche bomba contra el conjunto de edificios que albergan Caracol Radio y la Agencia EFE ha dejado 18 heridos y cuantiosos daños materiales, además de generar una gran conmoción entre los colombianos cinco días después de la investidura del nuevo presidente, Juan Manuel Santos.

Las autoridades investigan quién puede estar detrás de este atentado en plena zona financiera de Bogotá, perpetrado con un coche bomba que contenía 50 kilogramos de explosivo anfo, ya que por ahora ningún grupo armado se ha atribuido la acción terrorista. Los miembros del recién instalado Consejo de Seguridad han identificado a uno de los implicados en los hechos, según ha informado el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, César Augusto Pinzón. El Consejo espera ahora a que la Fiscalía solicite ante los tribunales una orden de captura contra el presunto responsable, que ha sido identificado gracias a unos vídeos que han sido tomados durante el atentado.

La gran explosión se produjo en torno a las 05.30 hora local (10.30 GMT), rompió los cristales de varios edificios de la zona, donde hay muchas oficinas y viviendas, y dejó un agujero en una de las principales arterias de Bogotá, la Carrera Séptima. Fuentes policiales han informado de que los terroristas usaron un auto Chevrolet Swift 1994 de color gris, que, al parecer, habría sido activado a través de un teléfono móvil.

Un país conmocionado

El atentado se produce sólo cinco días después de la investidura de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, quien de inmediato se trasladaba a la zona de la explosión para recibir la información recabada hasta ahora por la Policía, que no descarta ninguna hipótesis sobre el atentado. Ante los periodistas, el mandatario prometía no "bajar la guardia" en la lucha contra el terrorismo. "Como todo acto terrorista, lo que quieren es perturbar, generar miedo en población. No lo van a lograr, todo lo contrario. Nos recuerda que no podemos bajar la guardia, el país debe estar absolutamente tranquilo", manifestaba Santos.

El presidente colombiano también confirmaba que, "afortunadamente", no hay víctimas mortales y detalaba que los edificios afectados, que albergan en conjunto más de 1.000 predios entre locales comerciales, oficinas y apartamentos, han sufrido daños materiales, pero "no estructurales".

Según el último informe de la Secretaría de Salud de la capital colombiana, al menos 18 personas han resultado heridas, de las que siete han tenido que ser trasladadas a hospitales. La más grave es una mujer de 31 años, que ha sido sometida a una cirugía plástica por lesiones en la cara y en un ojo, y ahora está estable. Los otros seis han sufrido heridas de diversa consideración, aunque ninguno reviste gravedad.

La explosión, que no ha provocado una tragedia mayor porque a esa hora apenas había gente en la calle y todavía no habían abierto las oficinas, mantiene a los ciudadanos de Bogotá conmocionados, pues desde octubre de 2006 no se producía un atentado con bomba en la ciudad. Las autoridades tratan de establecer ahora si el atentado estaba dirigido a amedrentar a los medios de comunicación, en particular a Caracol Radio, cuyas instalaciones han sufrido destrozos.

Condena unánime

Las reacciones de condena al atentado han surgido de inmediato tanto en Colombia, de parte de la oficina de la ONU, políticos, asociaciones de periodistas y de todo el Gobierno, como en el exterior. "Podemos sentirnos tranquilos los colombianos. Los terroristas lo que buscan es crear zozobra, alterar la normalidad y nuestra respuesta tiene que ser no caer en ese juego y esa trampa", ha apuntado el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, poco después de que Santos pidiera también tranquilidad a los ciudadanos.

El Fiscal General de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, ha designado a un funcionario especializado de la Unidad Nacional contra el Terrorismo para que inicie la investigación del atentado. Por su lado, el alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, ha convocado un consejo extraordinario de seguridad para analizar la información recabada sobre la explosión, así como medidas para reforzar la protección a los medios de comunicación.

El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el ex presidente argentino Néstor Kirchner, ha manifestado su "más enérgico repudio" por el atentado, y ha expresado "la intención y el empeño de todos los países que conforman" Unasur "para trabajar en el mantenimiento y conservación de la paz en la región". La Cancillería de Venezuela ha señalado que "el pueblo y el Gobierno venezolanos repudian de la manera más enérgica este acto terrorista dirigido contra el hermano pueblo de Colombia y contra su ferviente deseo de vivir en paz". Por su parte, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, ha expresado su solidaridad "con todas las víctimas, así como con los habitantes y trabajadores" de la zona. Por último, Mark Toner, portavoz adjunto del Departamento de Estado de EEUU, ha recordado que su país deplora "el uso de violencia para lograr fines políticos".