Imagen de archivo de 2006.
relaciones bilaterales

El Rey llama a Mohamed VI por la tensión en la frontera

Don Juan Carlos y el monarca alauí convienen en que "no es bueno" que haya "malentendidos" que puedan perturbar las relaciones entre España y Marruecos

MADRID Actualizado: Guardar
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El Rey Juan Carlos ha llamado al monarca alauí, Mohamed VI, y ambos han manifestado su deseo común de evitar que "malentendidos o pequeños problemas" puedan "perturbar el excelente clima" por el que atraviesan las relaciones bilaterales entre ambos países, según han informado fuentes del Palacio de la Zarzuela.

La llamada de Don Juan Carlos, que no intervino en la crisis que provocó entre ambos países la huelga de hambre de la activista saharaui Aminetu Haidarse, se ha producido después de que en los últimos días se sucedieran los comunicados del Gobierno de Marruecos para denunciar supuestos incidentes de tinte "racista" en Melilla entre las Fuerzas de Seguridad españolas y ciudadanos marroquíes. La Policía española, por contra, viene alertando de un incremento de agresiones a los agentes, especialmente a las mujeres policía.

En la conversación entre los monarcas, ambos han "constatado el excelente clima" por el que pasan los lazos bilaterales entre ambas naciones vecinas y han expresado su "deseo" de "evitar que malentendidos o pequeños problemas perturben ese clima". También han acordado "reunirse en un próximo encuentro informal", según ha informado la agencia oficial marroquí MAP.

Después de que el país vecino se quejara de la falta de respuesta por parte de las autoridades españolas a sus denuncias, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró este martes convencido en rueda de prensa de la "máxima corrección" con la que actúan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la frontera y ofreció "informar" al Ejecutivo de Rabat sobre sus actuaciones. De hecho, los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Interior valoran si convendría enviar a Marruecos a algún representante del departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba para aclarar con las autoridades del reino alauí las acusaciones lanzadas sobre el comportamiento de las Fuerzas de Seguridad.

El PSOE descarta una crisis

Desde el PSOE, la secretaria de Política Internacional y Cooperación, Elena Valenciano, ha negado que las quejas del Ejecutivo marroquí hayan abierto una "crisis" con el reino alauí y ha mostrado su confianza en que "la tensión se resuelva "en estos días".

En una entrevista con Europa Press, precisaba que el Gobierno le ha trasladado que "no detecta ningún problema grave" con Marruecos. "No parece que sea una crisis", ha insistido Valenciano, que sí reconoce en cambio la existencia de "elementos que están perjudicando un poco en este momento la gestión de esa frontera y la relación". "Pero esperamos resolverlo en estos días", ha expresado, al tiempo que manifestaba la "disposición" del PSOE a contactar con los "partidos políticos hermanos" marroquíes "para poder echar una mano si fuera necesario, pero no parece que lo sea". La responsable socialista ha afirmado no tener "ni idea" de si detrás de las denuncias marroquíes se esconde "alguna intencionalidad" y ha recordado que "los veranos siempre son complicados en términos de gestión de esa frontera".

El PP espera un gesto del Gobierno

El PP viene reclamando una actuación del Gobierno ante Marruecos que clarifique la situación y reconozca el trabajo de las Fuerzas de Seguridad españolas. El portavoz del Grupo Popular en la Comisión de Interior de la Cámara Baja, Ignacio Cosidó, ha tachado de "intolerables" las "acusaciones de racismo" y ha señalado que "la buena vecindad y la colaboración en materia de seguridad" entre España y Marruecos son "imprescindibles" y que ambas cuestiones "tienen que ser" compatibles con "una defensa firme del Gobierno español de los funcionarios policiales que prestan servicio en la frontera".

Cosidó ha criticado que el presidente Zapatero "se limite a ofrecer explicaciones a Marruecos ante acusaciones de racismo al Cuerpo Nacional de Policía y a la Guardia Civil que resultan intolerables y exigirían una respuesta contundente por parte de la diplomacia española".