Récord de asesinatos de civiles en Afganistán
Los niños y las mujeres se convierten en las principales víctimas y llegan incluso a ser masacrados públicamente
NUEVA YORK.Actualizado:Cada semana dieciocho personas son asesinadas a sangre fría en Afganistán sólo porque los talibanes quieren dar escarnio público al sospechar que colaboran con el Gobierno de Hamed Karzai y sus aliados extranjeros. Más del doble de las 7 que asesinaban hace cuatro meses y cinco o seis veces más que las 3,6 de a principios de año. Ése es el ritmo exponencial de la masacre de civiles en Afganistán que, según Naciones Unidas, este año ya ha dejado un 31% más de víctimas que en 2009.
«Los niños y las mujeres sufren cada vez más lo peor de este conflicto», contó el representante del secretario general de la ONU, Staffa de Mistura, al presentar el informe de la Unidad de Derechos Humanos (Unama). «Los hieren y matan en sus casas y comunidades en cantidades más altas que nunca».
Los niños se han convertido en las principales víctimas de la masacre. Los menores llegaron incluso a ser ejecutados públicamente. En lo que va de año, la guerra se ha cobrado un 55% más que en 2009, y la cuenta sube exponencialmente. Las previsiones son poco alentadoras ya que sólo estamos a mitad de año. El porcentaje de víctimas femeninas va en alza después de haber aumentado en un 6%.
Lo que el informe llama «elementos antigubernamentales» no son los únicos responsables de tantas muertes inocentes, pero sí del 76% de las mismas. Todo indica que la escalada militar implementada por Barack Obama ha sido como sacudir un avispero. A medida que aumenta la presencia militar se dispara la crueldad.
A Estados Unidos y la OTAN se les atribuye el 12% de las muertes, la ONU se declaró incapaz de atribuir el otro 12% a una de las partes. Aunque eso suponga poco consuelo para los familiares de las 223 víctimas mortales, la cifra supone un 30% menos que el año pasado, gracias a que el general Stanley McChrystal limitó severamente el uso de los ataques aéreos, que todavía son los que más muerte reparten. Estas operaciones se han cobrado un 64% menos de víctimas que el año pasado.