Los controladores tienen «buenas sensaciones» sobre la marcha de las negociaciones
El sindicato USCA y AENA retomarán mañana las conversaciones, que se están desarrollando de "manera constructiva"
MADRIDActualizado:Las negociaciones entre los controladores aéreos y AENA en busca de un acuerdo se han reanudado con avances, según las dos partes, que esperan cerrar la negociación "con prontitud" para poner fin a un conflicto que dura ya más de cinco meses.
La mesa de negociación sobre el nuevo convenio colectivo se ha reunido hoy, después de que el sindicato de controladores aéreos USCA anunciara ayer su renuncia a convocar una huelga en agosto. Según AENA, el encuentro se ha desarrollado con "absoluta normalidad" y se ha avanzado en la discusión de la propuesta de doce puntos presentada por los controladores.
Por su parte, el secretario de Comunicación de USCA, César Cabo, ha calificado de "constructivas" las conversaciones y ha asegurado tener "buenas sensaciones" en la marcha de las negociaciones. En un receso, Cabo ha manifestado que se han tratado sólo temas laborales y profesionales, sin tocar el asunto salarial, y que las negociaciones continuarán mañana.
Unas horas antes de que las dos partes volvieran a sentarse a la misma mesa después de cuatro días, el presidente de USCA, Camilo Cela, expresaba su deseo de llegar lo antes posible a un acuerdo y añadía que acudía a esta nueva ronda con "mentalidad abierta" y confiando en alcanzar un "acuerdo de mínimos". Por su parte, el presidente de AENA, Juan Lema, manifestaba su disposición "total al diálogo" y su deseo de llegar "cuanto antes" a un pacto, asegurando que desde el ente público se va a hacer todo lo posible para que "el acuerdo tenga lugar". Lema recordaba que ya se han alcanzado acuerdos en algunos puntos, aunque en los considerados más difíciles -jornadas y retribución-, "todavía hay diferencias".
Por su parte, el responsable de USCA ha alabado la intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien el martes en Mallorca insistió en la necesidad de un acuerdo y expresó su esperanza de que se retomasen las negociaciones de una forma "constructiva".
Diferencias sobre la jornada
Sobre la mesa de negociación hay dos cuestiones fundamentales que tratar, la remuneración salarial y la jornada laboral, los únicos puntos de los doce propuestos por los controladores que aún no se han resuelto. El secretario de Comunicación de USCA ha insistido en que no se está hablando del salario, dado que ya les han rebajado "el 50% del sueldo", sino que lo importante "es ajustar la jornada laboral" y no tengan que estar trabajando "29 días de 30 todos los meses". Para Cabo, si AENA habla de ir convergiendo hacia Europa en la jornada laboral, "debe empezar a hacerlo ya" y presentar un plan de futuro. El sindicato afirma que el ente público dice que no sabe cuál es su programación para 2011.
A nivel laboral, los controladores solicitan ir rebajando las horas de trabajo anuales de 1.670 a la media europea, que ronda las 1.350 horas, y, según USCA, lo que no se puede hacer es "darles una especie de barra libre" con el tema de las horas. El sindicato considera que detrás de todo el conflicto subyace la futura privatización de los aeropuertos españoles y de los servicios de navegación. "Todo es una cortina de humo para encubrir esa privatización", ha afirmado Cabo.
La renuncia de los controladores a una huelga en agosto para no perjudicar al turismo ha sido bien acogida por el sector, que aboga por que se ponga fin al problema cuanto antes. Un problema que se está politizando, ya que a las quejas emitidas días atrás por algún gobierno regional sobre el peso negativo que el conflicto tiene para el sector turístico, se ha sumado el diputado de IU, Gaspar Llamazares, quien ha acusado al Ministerio de Fomento de utilizar el conflicto con los controladores para ocultar una maniobra de privatización del sector aeronáutico. "Blanco no es Robin Hood y no roba a los ricos para dárselo a los pobres", ha dicho el diputado, que ha responsabilizado de la "trifulca" al Gobierno por tomar un "atajo" y saltarse la negociación colectiva.