Muere Juan Marichal, la memoria del exilio
Maestro del ensayo y uno de los grandes intelectuales españoles, reivindicó la figura y la obra de Manuel Azaña o Juan Negrín
MADRID.Actualizado:Con la muerte de Juan Marichal se apaga, en parte, la memoria del exilo. El historiador, catedrático y ensayista canario (Santa Cruz de Tenerife, 1922) falleció el domingo en Cuernavaca (México), donde residía junto a su hijo. Tenía 88 años y estaba considerado como uno de los maestros del ensayo contemporáneo. Quizá el más reputado historiador de la 'España peregrina', esa brillante y dolida generación que pagó con el exilio la derrota de la Segunda República. Exilado él mismo, Marichal investigó a fondo, reivindicó y redescubrió a algunas de las más destacadas figuras del exilio, como los presidentes republicanos Manuel Azaña y Juan Negrín, o el poeta Pedro Salinas, con quien emparentó al casarse con Solita Salinas, fallecida en 2007, hija del poeta y catedrático y madre de su hijo, el profesor y también historiador Carlos Marichal.
Hijo de republicanos canarios, estudiante en Valencia, Barcelona y el Madrid sitiado en la para él «guerra incivil», Juan Marichal López tomó con sólo 19 años el camino de un exilio en el que forjaría una sólida carrera académica. Tras estudiar en París y Casablanca, llegó a México en 1941 y completó su formación en Filosofía y Letras la reputada Universidad Autónoma del DF, como alumno de de José Gaos, Joaquín Xirau y Edmundo O'Gorman.
Discípulo de Américo Castro y becado en Princeton, sería, con el tiempo el mejor conocedor de muchos de los grandes intelectuales y políticos que abandonaron España tras el triunfo del Franquismo.
Además de biografiar a Azaña y a su paisano Juan Negrín, indagó en la figura y la obra de Miguel de Unamuno, de modo que uno de sus ensayos más conocidos es 'El designio de Unamuno'. La proximidad a Pedro Salinas, su suegro, propició un estudio como 'Tres voces de Pedro Salinas', que recopilaba sus ensayos sobre el gran poeta del 27, de quien editaría sus obras completas.
Profesor de estudios hispánicos en la Universidad de Princeton hasta su jubilación, catedrático emérito en Harvard, de regreso a España, en los años ochenta del siglo pasado dirigió el boletín de la Institución Libre de Enseñanza. Pero sus intereses intelectuales y académicos carecían de fronteras, de modo que se movió en sus investigaciones desde el siglo XV hasta la era contemporánea.
En 1957 publicó 'La voluntad del estilo. Teoría del ensayismo hispánico', obra anticipadora a la que seguirían 'El nuevo pensamiento político español' (1966); 'Obras completa de Azaña' (1968), cuatro volúmenes con unas más que interesantes introducciones y a la que dedicó un deceno; 'Tres voces de Pedro Salinas' (1976); 'La vocación de Manuel Azaña', escrita a finales de los sesenta y confinada por la censura hasta 1971; 'Cuatro fases de la historia intelectual latinoamericana 1810-1970'; 'Teoría e historia del ensayo hispánico' y 'El intelectual y la política en España' (1990).
Marichal estaba en posesión de algunos de los más altos premios institucionales españoles, como el Nacional de Ensayo (1995) y el Premio Canarias de Literatura (1987), la encomienda de Isabel la Católica, al medalla de oro de las Belas Artes o la Gran Cruz de Alfonso X el sabio, pero se le negó el Príncipe de Asturias.