Mia Farrow contradice a Campbell
La actriz declara que la modelo recibió un «diamante enorme» del ex dictador de Liberia, Charles Taylor
Actualizado:Los testimonios que la actriz Mia Farrow y Carol White, ex representante de la modelo Naomi Campbell, ofrecieron ayer durante el juicio contra el ex dictador liberiano Charles Taylor -acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad- no coinciden con la versión dada la semana pasada por la top model. Mientras Campbell aseguró no saber de quién procedían aquellas «piedras pequeñas y sucias» que dos hombres le entregaron en 1997 durante una recepción celebrada en casa de Nelson Mandela, Farrow y White declaraban que la modelo sí sabía que aquellos diamantes en bruto eran un regalo de Taylor.
Las tres mujeres acudieron en 1997 a una cena organizada por la fundación infantil de Mandela, entonces presidente de Sudáfrica, a la que también había asistido Taylor, presidente de Liberia en aquel momento. Según la ex mujer de Woody Allen, fue la propia Campbell quien le contó durante el desayuno del día siguiente que «unos hombres de Taylor» le habían llevado a su habitación «un diamante enorme». Aunque Farrow explicó que no había visto la gema, afirmó estar «segura de que habló de un diamante y no de diamantes», contradiciendo la versión de la modelo.
Contradicciones en el número
Carol White, representante de la modelo hasta 2006, declaró ante el tribunal que la maniquí y el entonces presidente liberiano «flirtearon ligeramente» durante la cena de 1997. Afirmó también que la modelo le había confesado estar «muy emocionada» porque Taylor le había prometido que le iba «a dar diamantes».
La ex agente de Campbell, sin embargo, no coincide con Farrow en el número de piedras recibidas por la modelo, al afirmar que se trataban de cinco o seis. «Campbell me las mostró y estaba bastante decepcionada porque no brillaban», añadió la representante Carol White.
Esclarecer si Charles Taylor poseía o no diamantes es vital para el juicio que estos días se celebra en el Tribunal Internacional de La Haya, pues la Fiscalía cree que el presunto criminal podría haber financiado con ellos al Frente Revolucionario Unido (RUF) que en 1991 se levantó contra el Gobierno de Sierra Leona, iniciando una guerra civil que duraría hasta 2001 y que causó entre 50.000 y 75.000 muertos, además de 2 millones de refugiados en una población total de 6 millones de habitantes.