Kagame se asegura el control absoluto de Ruanda
Actualizado: GuardarLas dudas en torno al resultado en las elecciones presidenciales celebradas ayer en Ruanda no giran en torno a la identidad del vencedor, opción sólo reservada a Jean-Paul Kagame, sino al elevado porcentaje de sufragios que reunirá. En los anteriores comicios de 2003, el líder del FPR obtuvo el 95% y es probable que revalide su victoria con un éxito similar. El hecho de que los principales partidos opositores no hayan podido participar y que Bernard Ntaganda y Victoire Ingabire, sus mayores rivales, se encuentran arrestados bajo la acusación de incitar al odio étnico, un delito mayor en un país lastrado por un genocidio intertribal, colabora en las posibilidades de obtener muy elevadas cifras de aceptación.
Las acusaciones de parcialidad o de no respetar los estándares democráticos no parecen hacer mella en el Gobierno del antiguo guerrillero tutsi. El apoyo norteamericano y la reanudación de las relaciones diplomáticas con Francia otorgan crédito internacional al vituperado Kagame, objeto de graves acusaciones por las ONG de derechos humanos. La represión de toda disidencia se manifiesta en episodios como la muerte de un periodista en junio y la aparición hace un mes del cadáver decapitado de André Kagwa, dirigente del opositor Partido Democrático Verde.
Ruanda es un cúmulo de paradojas. El triunfo militar del FPR en 1994 acabó con la matanza de la minoría tutsi y dio lugar a un régimen afín a las víctimas, pero empeñado en la coexistencia pacífica con la mayoría hutu. El establecimiento de un sistema de tribunales comunitarios destinado a juzgar a los presuntos culpables también fue alabado como una eficaz herramienta para la reconciliación.