La deuda de Noriega ahoga a una veintena de empresas de Cádiz
El montante asciende a unos diez millones de euros y arrastra a constructoras de El Puerto, Rota, Jerez y la capital
Cádiz Actualizado: GuardarEra cuestión de tiempo que los problemas de solvencia pusieran a las puertas de una suspensión de pagos a otra de las grandes. Ahora le ha tocado el turno a la constructora Noriega Edificación y Obra Civil, que forma parte del grupo Sánchez Ramade. Hace un mes que la filial comunicó al juzgado de lo Mercantil número 3 de Córdoba la intención de renegociar su deuda, que asciende a 70 millones de euros y el miedo se ha extendido entre las subcontratas.
Todo el proceso lo ha hecho en arreglo a la ley concursal, lo que le da tres meses para acordar una fórmula con sus acreedores, de los que una veintena operan en la provincia, especialmente en Cádiz, El Puerto, Jerez y Rota. Pero las condiciones propuestas no convencen a los afectados, que se han constituido en una plataforma, de la que la empresa Jerezana de Canalizaciones ejerce como portavoz. Fuentes del colectivo explicaron ayer que el montante suma unos diez millones de euros, el 14% del total.
Desde que la crisis se ensañó con el ladrillo, Noriega se ha centrado en el negocio de las viviendas de lujo, que parecía el segmento más estable, dado el descalabro del mercado general del inmobiliario. Sólo en la provincia ha levantado en los últimos dos años tres urbanizaciones en Jerez, El Puerto y Sotogrande. También tiene a la venta pisos por más de 500.000 euros en Manilva, Torremolinos y Estepona, lo que ha dado otro mazazo al sector en Málaga.
Pequeños empresarios
Para estas promociones, la empresa ha contratado servicios de constructoras, muchas de pequeño tamaño, a las que ahora les adeuda grandes sumas. Ellas son las que ahora forman parte de ese colectivo de afectados que se han unido para hacer fuerza. La plataforma entiende que «la situación es verdaderamente compleja», ya que «aún no se ha iniciado el proceso concursal, pero tampoco se ve una intención de abonar el dinero». Según explican, la oferta que ha lanzado el grupo cordobés es pagar el 45% y que el resto sea condonado, unas condiciones que consideran «abusivas».
Los empresarios gaditanos no se han topado de golpe con el problema, cuentan que «desde hace más de un año, la mercantil ha estado posponiendo los pagos pendientes con sus acreedores, mediante continuas renovaciones de deuda». Dicen sentirse engañados porque se han visto «obligados a aceptar» ante las promesas y expectativas generadas mientras la citada compañía preparaba el camino para solicitar el amparo concursal.
El grupo Sánchez Ramade confirmó ayer que la renegociación de la deuda está en el juzgado, pero dejó claro que «sólo afecta a la sociedad constructora y no al resto de los negocios». No se pronunció, sin embargo, sobre la fórmula de pago y tampoco confirmó el número de empresas con las que tiene relación comercial en la provincia. En cuanto a la situación financiera, alegaron que la facturación del año pasado ascendió a 120 millones de euros, con lo que «el intento de renegociación dotaría a la compañía de la estabilidad necesaria para la continuidad».
Hasta el momento, las empresas Sánchez Ramade han mantenido una política de cuentas saneadas. Pegado siempre a negocios seguros, lanzó la cadena Urende y después apostaron por la informática con Diasa. Ya en la década de los noventa entraron de lleno en la venta de coches con Coauto, que dada la situación también podría verse en la cuerda floja.