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DE ZORRILLA A LA MAREA

NOCHE DEL CARRANZA

Las barbacoas pierden fuelle desde que se convirtieron en un número más en el Guinness

INMACULADA MACIAS
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No sé qué ocurrirá esta noche con las barbacoas y si el efecto domingo servirá para aliviar de gente la arena en la tradicional noche del Carranza, donde ya el Cádiz de amarillo pollo, como el Villareal, no se la jugará. Lo cierto es que las barbacoas, que no la tradición de esta velada de Ramón de Carranza, van perdiendo fuelle desde que se convirtió en un número más en el libro Guinness de los récords. Y precisamente esa parece ser la intención de quienes no quieren cortar de raíz la concentración playera, cada vez más acotada, de carbón y botellón, que es en lo que se ha convertido aquella bonita velada en la que las familias pasaban la noche en la arena con sus fiambreras de tortillas, pimientos y filetes empanados celebrando el Trofeo, que casi siempre ganaba el Cádiz o al menos así lo parecía por lo animada que estaba al ciudad. Pero desgraciadamente las buenas tradiciones se pierden, o se deforman de tal manera que resultan irreconocibles. La técnica empleada para suprimir sin que se note no creo que de buen resultado. El hecho de hacerlo en domingo va a provocar que las pocas familias que sí que celebraban la noche civilizadamente no puedan reunirse hoy porque mañana para muchos es día laborable. Sin embargo, sí lo harán cientos de jóvenes que ya ayer asaltaban las estanterías de alcohol como si se fuesen a acabar las existencias y acudían como locos a los chinos por barbacoas de tres euros sin ningún tipo de control. Mañana veremos el resultado final toda esta historia.

A vueltas con los colegios

Todos los años se repite la misma historia y la misma angustia para los padres que quieren un colegio para sus hijos y la ley educativa lo impide por no encontrarse el centro educativo cerca del domicilio familiar. ¿Y qué no haría usted por un hijo?, lo que haga falta. De ahí que cada verano padres amigos de toda la vida o conocidos de vista inicien una guerra legal por la custodia de un colegio que entienden, cada uno a su manera, debe ser para sus hijos. Como cada año, todo se resolverá de la misma manera, unos permanecerán en el centro con medidas cautelares (como si hubiesen cometido un delito los pobres niños) y otros por derecho propio según considera la Junta de Andalucía que tienen las competencias en Educación. Pero como cada año, padres convertidos en detectives y otros en presuntos falsificadores terminarán sin mirarse a la cara, con hijos en la misma clase y bajo sospecha. De alguna manera habrá que arreglar el problema, bien pensando en por qué los padres eligen unos centros y otros no, o qué ofrece un colegio que no lo tenga el otro, para así encontrar la igualdad educativa, un derecho del que todos los niños deben disfrutar.

Para Pau

Tiene la piel color ébano y unos impresionante ojos que piden amor a gritos, el que ya nunca le faltará, porque el destino le puso en el camino a unos padres que ya le querían antes de nacer. Llega de Mali, un país africano azotado por la pobreza, donde todavía hay niños que mueren de hambre o que como Pau sólo pueden alimentarse de leche aguada en sus primeros meses de vida. Su suerte y su futuro se llaman Belén y Javi, un ejemplo de amor y de superación ante las piedras que sabe Dios quién pone en el camino. Reconozco que la primera vez que vi al niño de ébano en una imagen lloré de alegría, pero también de tristeza, de saber que en su orfanato, donde los niños aprenden a sobrevivir a la muerte nada más nacer, quedan muchos como él a la espera de unos padres que a veces desesperan por años de papeleo y burocracia. Este pequeño párrafo de mi crónica de hoy es un homenaje a Belén y a Javi, pero también a tantas parejas que aún sueñan en el momento de abrazar a su hijo, da igual el color o el país de procedencia, simplemente buscan dar amor a niños que mueren solos y tristes esperando una caricia.

Gala de la copla

Anda Paco Moya, presidente de la Asociación Reyes Magos de Cádiz, como loco para llenar el estadio el 14 de agosto con la Gala de la Copla, con la que se recaudarán fondos para que el próximo enero ningún niño, pese a la crisis, se quede sin juguetes. Para que digan después que Baltasar sólo trabaja en navidades.