Soñando una Semana Santa mejor

Sueñan con pasos de misterio, con frisos de flores, con cornetas afinadas durante todo el año. Para ellos no existen ni la Unión de Hermandades, ni la Delegación Diocesana, ni las Juntas de Gobierno. No existen los cargos, ni las responsabilidades. Tampoco los problemas. Lo suyo son las imágenes titulares de su cofradía, su estación de penitencia, la convivencia y la formación. Son el futuro de nuestras hermandades, la savia nueva que garantiza una larga vida a las corporaciones de nuestra ciudad.

Un año más, la delegación de juventud del Consejo Local de Hermandades y Cofradías se ha llevado a un centenar de jóvenes de nuestras hermandades al camping La Torrecilla, en el Bosque, para que durante tres días diseñen una Semana Santa mejor que la que ahora tenemos. Una que no entienda de palcos, de subvenciones o de Carreras Oficiales. La intención es que sueñen que cada día del año es Domingo de Ramos, o Lunes Santo. O el día que cada uno imagine de la Semana Santa. O incluso un Lunes de Pentecostés con la Virgen del Rocío de epicentro devocional, ya que la hermandad de Jerez ha traído también a sus jóvenes, que para algo están en la Unión de Hermandades.

Desde el pasado viernes, un centenar de niños de más de diez hermandades de la ciudad están en las instalaciones del camping, con actividades y talleres formativos que serán la base de su futura vida cofrade. Así lo han reconocido muchos de los dirigentes que hoy mandan en las cofradías o forman sus Juntas de Gobierno, herederos de aquellos campamentos de hace ya casi dos décadas, que han tenido continuidad en todos los órganos directivos posteriores.

Quizá por la importancia que los propios niños le dan a este campamento, con el que sueñan durante todo el año, o por las experiencias que relatan los monitores actuales, que ya participaron en campamentos anteriores, desde el Consejo se le da una importancia capital a estos días de formación y culto, y lamentan que tan sólo un tercio de hermandades de la ciudad aporten a sus jóvenes para esta experiencia. «Es curioso como todos piden a boca llena que haya campamento, cuando en realidad son pocas las hermandades que luego participan. Pero la experiencia es fabulosa, aunque otras hermandades tengan sus propios campamentos estivales organizados». Esta reflexión del presidente del Consejo, Manuel Muñoz Natera, no hace sino confirmar la importancia que para el Consejo tiene que los niños disfruten de esta experiencia única. De hecho, el presidente se desplazó hasta El Bosque en la jornada de ayer para compartir la Eucaristía con todos los jóvenes de las hermandades.

Son muchos los años que lleva realizándose esta actividad, con diferente éxito, y este año se han repetido algunas de las actividades clásicas que aseguran el triunfo entre los más jóvenes. De hecho, todos los participantes aseguran que está siendo un campamento muy completo en todos los sentidos, gracias a la diversidad de actividades que se ofrecen a los niños.

Desde el pasado viernes, los participantes han dado talleres de liturgia, de la mano de uno de los canónigos de la Catedral y asistente eclesiástico del Consejo, Juan Jacinto del Castillo, que al igual que en la homilía de la Eucaristía que tuvieron ayer las hermandades adecuó con éxito sus palabras para hacerlas comprensibles a los más jóvenes. La piscina, contrariamente a lo que pueda parecer, no ha sido la reina del campamento, sino los talleres de formación, que han vuelto a abordar temas siempre edificantes como las flores o la túnica, con colaboraciones estelares como la del hermano mayor de la hermandad de las Cinco Llagas, Francisco Barra. Una de las novedades con respecto a los campamentos de siempre ha sido la proyección de imágenes audiovisuales justo antes de descansar, imágenes que los niños han seguido con interés y que confirman que la Semana Santa es la devoción auténtica de una juventud que vive por y para las cofradías. Jóvenes que en un futuro serán los que luchen por sus corporaciones, por engrandecer la devoción de sus titulares, por poner a sus cofradías en el lugar más alto que sean capaces.

Y todo gracias a actividades como la 'gymkhana', o a los juegos de conocimiento, donde chavales con apenas diez años demuestran cada día que saben, y mucho, de todo lo que rodea a las hermandades de nuestra ciudad. Igual el día que les dejen libertad, sitio, espacio en las hermandades... Igual el día que les dediquen una partida de dinero en los presupuestos... Igual el día que les escuchen... Igual el día que los hermanos mayores se den un paseo por estos campamentos, igual ese día, los que hoy mandan se den cuenta de la importancia que tiene la juventud para la Semana Santa. Igual ese día está mucho más cercano de lo que muchos piensan.