Los controladores amenazan con ir a la huelga a partir del 21 de agosto
Anoche se rompían las negociaciones entre los trabajadores y el ente público
MADRIDActualizado:La huelga de los controladores sigue en el aire y con ella la incertidumbre que ya perjudica gravemente al sector turístico y a los ciudadanos que por estas fechas se desplazan en avión a su lugar de vacaciones. La secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, y el presidente de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), Juan Ignacio Lema, han apremiado al sindicato de estos profesionales USCA para que reúna de inmediato a su comité ejecutivo y tome una decisión: que convoque el paro en una fecha determinada o que renuncie "cuanto antes" si quiere seguir negociando. Todo menos mantener en vilo a los potenciales viajeros. "El país no se merece que un colectivo de 1.400 personas le haga tanto daño", declaró Lema.
Gutiérrez despejó cualquier duda sobre el encuentro que los representantes de los controladores han solicitado con José Blanco, responsable de Fomento. "El ministro no puede aceptar chantajes y no se va a reunir con ellos", zanjó. Cerrado este camino, al sindicato USCA le queda convocar a su comité ejecutivo, algo que, según fuentes de los controladores, podría ocurrir entre el martes y el jueves próximos. Una huelga legal conlleva un plazo de diez días, lo que situaría los paros en fecha posterior al 21 de agosto.
El presidente de AENA explica que la mesa negociadora se levantó en la noche del viernes porque los controladores se habían comprometido a dar marcha atrás en el anunciado -y no concretado- paro si se alcanzaba el entendimiento en varios puntos de un listado de una docena de reivindicaciones. "Se había llegado al acuerdo en siete de ellos -precisa Lema- y se les pidió que cumplieran lo ofrecido".
El dirigente de Aeropuertos Españoles reconoce que no se habían salvado las distancias en la vinculación entre salarios y tiempo de trabajo. AENA plantea que a una retribución de 200.000 euros anuales para un controlador operativo corresponda una jornada de 1.670 horas anuales, y está dispuesta a rebajar la jornada a 1.350 horas siempre que la remuneración se recorte proporcionalmente. "Está claro que si bajamos el tiempo de trabajo y no el salario estamos encareciendo costes", argumenta Juan Lema.
Contraataque de los controladores
Los controladores contraatacan. Aseguran que fue AENA quien rompió las conversaciones cuando muchas cuestiones seguían pendientes. "Pedir seis días libres al mes, ¿se puede considerar un privilegio?", replica Daniel Zamit, uno de sus portavoces. Rebate también la interpretación de AENA, que ha atribuido a la división existente entre los controladores la dificultad de alcanzar acuerdos en la mesa negociadora. Y asegura que, pese a las maniobras, nadie puede rebatir que la huelga cosechó un 98,25% de los votos del colectivo.
El presidente de AENA reprocha con dureza la mención del presidente de USCA a lo complejo que resulta garantizar la seguridad "en el estado de nervios y con el acoso" al que se ven sometidos los controladores. "Es una irresponsabilidad y una frivolidad manejar el concepto de seguridad como un arma sindical", se indigna Juan Ignacio Lema, y afirma que "la seguridad está garantizada en todas las circunstancias, porque, si fuera necesario, antes de ponerla en juego se cerrarían los aeropuertos".
Lema recuerda que ya sucedió días atrás, cuando el aeródromo de Girona estuvo clausurado durante varias horas en la madrugada porque, de los cuatro controladores que debían trabajar en el turno de noche, tres se pusieron enfermos. "Si fuera necesario, volveríamos a hacerlo más veces", afirma. Pero matiza que la seguridad nunca se verá afectada "porque el colectivo de controladores lo integran personas responsables".