El optimismo de Trichet
El presidente del Banco Central Europeo cree que lo peor de la crisis ya ha pasado
Actualizado:Ayer, tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, su presidente, el francés Jean-Claude Trichet, mostró cierto optimismo sobre la situación al manifestar que los últimos datos macroeconómicos conocidos constatan el fortalecimiento de la economía de la zona euro en el segundo trimestre por encima de las previsiones, aunque advierte de que el ritmo de la recuperación será «moderado e irregular» y se verá afectado por la situación del mercado laboral y las medidas adoptadas en determinados sectores para reequilibrar sus balances. En cualquier caso -añadió- el comportamiento de las economías europeas en el segundo semestre no será tan positivo como en el primero. Lógicamente, los mercados tendrán que acusar el efecto de los fuertes ajustes realizados por la mayoría de los países de la eurozona, España entre ellos. Tras justificar el mantenimiento de los tipos de interés en el 1% por decimosexto mes consecutivo, y después de dar a entender que cualquier subida está lejos en el horizonte, Trichet se congratuló de la publicación de los tests de esfuerzo a que han sido sometidas 91 grandes entidades financieras europeas, y subrayó que la transparencia de estas pruebas confirma la solvencia del sistema bancario de la eurozona. Sin duda, esta operación ha contribuido a la «normalización» de los mercados y a la generación de una mayor confianza, como lo demuestra el hecho de que el Tesoro español colocara ayer 3.500 millones de euros de deuda con gran facilidad y a un interés de solo el 2,306 %, un punto más bajo que el pasado 10 de julio. Trichet emitió también un mensaje a los bancos, que mejoran su comportamiento, y les instó a aceptar el reto de poner a disposición de las empresas el crédito necesario cuando se produzca el repunte de la demanda, aunque ello les obligue a no repartir dividendo o a acudir a los mercados a reforzar sus posiciones de capital. Finalmente, instó a todos los miembros de la zona euro a mantenerse en el camino de la convergencia, sin descartar medidas adicionales de recorte del gasto si fuera necesario. En definitiva, Trichet ha lanzado un mensaje de prudente optimismo que permite creer que lo peor de la crisis ha pasado ya.