Por las firmas

Hace dos años, estaba en el metro de Barcelona y me vino un chaval con una carpeta y un bolígrafo solicitándome que firmase para que prohibiesen las corridas de toros en Cataluña. De muy buenas formas le expresé: «¡Perdona!, pero yo para llegar a fin de mes, me tengo que llevar bien con todo el mundo y todo lo que sea prohibir retrae cualquier propósito». Pasaron dos años y mira por donde, los abajo firmantes de aquella iniciativa han conseguido que se prohíban las corridas de toros en Cataluña. ¡Qué pena!, que aquí en Andalucía, no haya 180.000 firmas para solicitar que los que trabajan en los ayuntamientos y demás organismos solo sean personas que pasen por un tribunal de oposiciones y no la pila de acoplados que hay cobrando del dinero de nuestros impuestos. Todavía no entiendo cómo aquí se nos cae el techo encima y no pasa nada. Y en Cataluña, se le posa a cualquiera una mosca y ya están inquietos. Y cierto es que todo lo que sea prohibir no llega a nada.

maribel peralta.