Antonio Menacho es uno de los afectados por el cierre de la biblioteca pública. :: Javier Fernández
Jerez

La ciudad se queda este agosto sin bibliotecas abiertas por las tardes

La única sala de lectura que no cerraba durante este mes, la del Luis Coloma, tampoco está disponible por problemas de personal

JEREZ. Actualizado: Guardar
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No tienen adonde ir. Cada vez son más los estudiantes, investigadores y amantes de los libros en general los que se reúnen -eso sí, por las mañanas- en torno a la biblioteca Padre Luis Coloma, en la avenida Álvaro Domecq, para poner en común sus inquietudes acerca del repentino cierre del que era el único archivo bibliotecario al alcance de los jerezanos durante las tardes de agosto. Porque al menos así venía siendo hasta este año.

Desde la Delegación de Cultura aseguran que «se está ultimando el tema de personal», pero que esta situación no dará para mucho y «se va a solucionar». Alegan ciertos «ajustes de vacaciones» que impiden la apertura vespertina del centro. Sin embargo, desde la propia biblioteca aseguran que se trata «de un problema económico o de gestión», porque incluso se advirtió con un informe remitido a Cultura y al Ayuntamiento de que el cierre sería inminente. Y así es como ha acabado sucediendo.

«La gente está interesándose por el tema». El mismo grupo de usuarios que se veía las caras cada tarde en el único espacio de la ciudad disponible para la consulta de libros y el estudio no sale de su asombro, como le sucede a Eugenio Sánchez. A sus 20 años, cursa una Ingeniería Técnica en la Universidad de Sevilla, pero no concibe el campus de Jerez como el propicio para refrescar la memoria con vista a los futuros exámenes de septiembre: «En el Coloma había más ambiente de estudio». Y aunque quisiera, no podría: la biblioteca universitaria tampoco abre por las tardes en todo agosto. La otra opción, la de la sala de estudio que habilita el campus a los estudiantes de esta universidad, no estará disponible hasta el próximo día 14 de agosto, «y no es lo mismo», lamenta.

«Es fundamental que una biblioteca esté abierta por la tarde», sentencia Antonio Menacho, también estudiante de la Universidad de Sevilla aunque en otro centro. La falta de previsión del Ayuntamiento que ha llevado al cierre vespertino de la biblioteca le ha «fastidiado bastante», porque el recinto del Coloma era lo suficientemente próximo a su domicilio como para recurrir a éste como refugio tranquilo donde poder estudiar.

La convocatoria de exámenes de septiembre está cada vez más cerca, y la cuenta atrás no perdona. Desde el día 6 al 14 de septiembre, Pedro Calderón de la Barca tendrá que hacer frente a cinco exámenes. «Y no encontramos sitio para estudiar por las tardes». Cuando se enteró del veto, asume que «fue una sorpresa». Pero no menos asombrosa fue la propuesta que le hicieron desde la propia biblioteca: «Que la iban a abrir si protestábamos».