Economia

Aena y los controladores acercan posturas aunque sin cerrar un pacto

USCA quiere una reunión con el ministro de Fomento, encuentro que José Blanco se niega a mantener

MADRID. Actualizado: Guardar
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La negociación entre Aena y los controladores aéreos toma forma en medio de un «buen clima», según reconocieron ayer ambas partes tras más de siete horas de conversaciones. El encuentro seguirá hoy.

El sindicato de vigilantes del cielo, USCA, trata de jugar una de sus últimas bazas, la de la reunión con el ministro José Blanco. «Mañana por la mañana (hoy) vamos a pedir una entrevista con él», reconoció el presidente de la formación, Camilo Cela, sin detallar sus pretensiones para la cita. César Cabo, portavoz de USCA, explicó que la solicitud busca «dar un empujón» a las negociaciones. Consultadas sobre la eventual reunión, fuentes de Fomento reiteraron la «total disposición al diálogo» del ministro. Sin embargo, horas después desmintieron «categóricamente» a algunos medios de comunicación la posibilidad de ese encuentro, al entender que las conversaciones han de ser en la mesa negociadora.

El ministro José Blanco no quiere verse abocado a un 'reunión trampa'. En definitiva, que USCA no podrá ya inclinar la balanza de sus protestas en función del resultado de esa entrevista.

Fuentes conocedoras de la negociación no descartan que USCA busque ahora una fórmula 'honrosa' para mantener en la manga el as de la huelga aunque dando un margen de tranquilidad a los pasajeros. Una suerte de periodo de 'gracia' en el que Aena y el sindicato se entregaran a una negociación ininterrumpida pero dejando de lado una convocatoria inminente. No hay que olvidar que lo que realmente da fuerza al sindicato es el apoyo mayoritario al paro logrado entre los controladores. Un respaldo del 98% que hasta ahora no ha logrado ninguna junta directiva.

Acuerdo al 50%

Los contactos mantenidos han servido para que Aena conteste «una por una», según la empresa, a cada una de las doce reivindicaciones presentadas por USCA el pasado lunes. De esa batería de peticiones, las posturas parecen encontrase en al menos seis. Una de las peticiones a las que Aena podría dar una respuesta positiva es la referente a los controladores mayores de 57 años, a los que el 'decretazo' dejó fuera de los puestos de frecuencia. USCA reclama para ellos el retorno a su antiguo puesto ya que «vagan por los pasillos como almas en pena» y, añade el sindicato, su ausencia ha provocado gran parte de los retrasos en centros de control como el de Madrid.

La revisión de la carga de trabajo, así como de las capacidades declaradas por Aena, la implementación de un plan de formación lingüística u otros temas de formación son también algunos de los puntos en los que parece que el acuerdo está más cerca que nunca.

No sucede lo mismo con los seis primeros puntos de la tabla reivindicativa, que incluyen asuntos como la organización del trabajo y de las 'imaginarias' y los servicios exprés (disponibilidad los 365 días del año) o los tiempos de actividad y descanso de los controladores.

El amago de huelga ha desatado el pánico en el sector del turismo, que sufre una de las peores épocas de su historia reciente, lastrado por la crisis económica y los problemas creados por el volcán islandés.

Y es que el mero anuncio provocó miles de cancelaciones, ya que las grandes centrales de reservas comenzaron a avisar a sus clientes de la inminencia del paro. Los hoteleros vaticinan pérdidas de 40 millones diarios, mientras las agencias de viajes tachan de «perversa» la actitud de USCA. La prensa extranjera no ha tardado en encender las alarmas en los principales mercados emisores, lo que ha terminado de preocupar a los empresarios; más aún después del espaldarazo que había supuesto la visita a Marbella de Michelle Obama y su hija pequeña.