El obispo llama a los hermanos mayores a respetar al director espiritual de Columna

'Roma locuta, causa finita'. Tras recibir la carta de contestación del obispo Antonio Ceballos, esa es la sensación que se le ha quedado a muchos hermanos mayores. Aunque Ceballos no cierra la puerta a la reunión demandada por los responsables de las cofradías, si ha utilizado su misiva para llamar al orden a las cofradías en relación con los últimos sucesos ocurridos en el seno de Columna.

Ceballos recordó a los cofrades la necesidad de tratar al director espiritual «con respeto, cariño y agradecimiento como representante del obispo en la Junta de Gobierno». Una clara llamada de atención a los hermanos mayores que demandaron una reunión con el prelado para mostrarle su preocupación por la actitud del padre Enrique Arroyo, director espiritual de Columna. Los cofrades se mostraron en su carta especialmente interesados en conocer qué estaba ocurriendo en la hermandad ante la marcha precipitada de sus tres últimas juntas de gobierno.

Martín José García, presidente del Consejo de Hermandades explicó que la carta del obispo era «una carta escrita con cariño y respeto» y que en ningún momento se había descartado la audiencia con Ceballos. «Supongo que la situación se retomará en septiembre, tras el verano», puntualizó García.

Ceballos aprovechó la carta para aclarar que las competencias del director espiritual «están perfectamente recogidas en el Estatuto Base para las Hermandades y Cofradías y que debe ser permanente punto de referencia para el bien de las hermandades y de sus miembros». Una puntualización que en las hermandades se ha recibido de forma contrapuesta. Y es que en el seno de las cofradías existe el temor que desde el Obispado se de carpetazo al problema, como ya ocurrió en la anterior crisis de la hermandad del Martes Santo.