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MUNDO

Una nueva matanza revive la oleada de ataques a guarderías en China

Un joven acuchilla a tres niños y un profesor pese a los esfuerzos del Gobierno para blindar los centros escolares

PABLO M. DÍEZ
PEKÍN.Actualizado:

Nueva matanza escolar en China. En el gigante asiático las armas de fuego están prohibidas y, a diferencia de Estados Unidos, no son estudiantes desequilibrados o frustrados los que entran a las clases para pegar tiros y llevarse por delante a sus compañeros. Se trata de dementes que ven en las guarderías y colegios un blanco fácil para descargar toda su rabia.

Según informó Xinhua, un hombre de 29 años, Fang Jiantang, fue detenido ayer después de matar a puñaladas a tres niños y un maestro de una guardería en Zibo, en la provincia costera de Shandong. A las cuatro de la tarde, el agresor aprovechó que los padres habían acudido al centro a recoger a sus hijos para colarse con un cuchillo de 60 centímetros y emprenderla a navajazos con todo aquél que se cruzaba en su camino. Como consecuencia del ataque, resultaron heridos otros 20 menores y al menos cuatro profesores, dos de ellos de gravedad.

De momento, las causas de este asalto son desconocidas, pero se encuentra dentro de la oleada de matanzas en recintos escolares que azotó a China en marzo y mayo. En esos dos meses se contabilizaron cinco ataques a colegios en los que murieron 17 personas, 15 de ellas niños, y más de 80 fueron heridas. Entre los más violentos destaca el que tuvo lugar el 12 de mayo, cuando siete pequeños y dos adultos fueron asesinados en la provincia de Shaanxi, mientras que 29 menores sufrieron heridas en otro asalto registrado en Jiangsu en abril.

Control mediático

Los ataques se han repetido en los últimos meses por el efecto réplica y se han visto potenciados por la cobertura dada en los medios de comunicación. Con el fin de evitar nuevas masacres, el régimen ha aumentado la vigilancia y ha impuesto un estricto control sobre las informaciones vertidas acerca de los ataques a colegios y guarderías. Para ello, no sólo las autoridades locales han dejado de dar detalles sobre los homicidas, sino que la cobertura en los periódicos, televisiones y radios ha quedado reducida al mínimo. Asimismo, se han eliminado los comentarios en Internet al respecto.

A pesar de ser considerado como un país seguro, los niños han pasado a ser el objetivo de trastornados o descontentos con la sociedad. El desequilibrio social y el frenético crecimiento del país ha provocado cambios traumáticos que han dado lugar a un amplio número de parias que no han sido bendecidos por el 'milagro económico'.

Para dar una lección ejemplar, dos de los asaltantes han sido ya ejecutados y otro más, un profesor con problemas mentales que hirió a 16 niños en abril, fue condenado a muerte a junio. Uno de los ajusticiados, Xu Yuyuan, confesó que apuñaló a 32 personas como venganza por haber perdido todo su dinero en apuestas y negocios fracasados. A otros dos atacantes no hizo falta ejecutarlos porque se suicidaron tras protagonizar sus respectivas masacres.