Zapatero da pistas

Estos días de canícula y holganza colectiva, la política circula por algunos recovecos secundarios. La candidatura socialista a la Comunidad de Madrid, pretendida por su secretario general, Tomás Gómez, es uno de ellos. Y ayer, Zapatero dio pistas desde su retiro en León: si Tomás Gómez le merece «valoración buena», la de Trinidad Jiménez es «buena, buenísima»; «en el tiempo que lleva como ministra ha hecho una magnífica gestión». El presidente quiere llevar a cabo «un proyecto con los mejores», y también Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, está entre ellos. Lissavetzky y Jiménez serían, pues, los protagonistas de este proyecto que «cambiará las cosas en Madrid». Esta toma de posición, todavía un tanto críptica, tiene una derivada: si se confirma el aterrizaje de Jiménez en la política autonómica (ya estuvo en la municipal, con poco éxito frente a Gallardón), y si Corbacho va a apuntalar a Montilla tras la defección de su número dos, Antoni Castells, habrá crisis de gobierno en septiembre, que es cuando se elaboran las candidaturas. El alcance de la remodelación es todavía ignoto, pero no es verosímil que Zapatero desaproveche una oportunidad de dotar al Gobierno de nuevas energías.