Savia nueva para las salinas
El proyecto, financiado por Medio Ambiente, pretende recuperar una actividad tradicional casi abandonada y conservar el estero Jóvenes de entre 18 y 30 años explotarán de manera artesanal este recurso
Actualizado: GuardarLas salinas despiertan poco a poco de su letargo en Chiclana. El último paso que se ha dado para la puesta en valor de este recurso, tan vinculado históricamente a la economía local, es la recuperación de la actividad extractiva de manos de los jóvenes, en un proyecto organizado por el colectivo 'Amigos de la Tierra y un Mundo Sostenible', con la subvención de la Consejería de Medio Ambiente.
La actuación, que fue presentada públicamente ayer, tendrá lugar en la salina chiclanera de Santa María de Jesús -situada en los límites del Parque Natural de la Bahía de Cádiz en Chiclana- durante el presente mes de agosto, donde jóvenes de entre 20 y 30 años de diversas comunidades autónomas extraerán la sal de manera artesanal, como actividad de un campo de voluntariado.
El programa está incluido en la convocatoria anual que impulsa la Junta entre los jóvenes para promover actividades de mejora de la calidad ambiental de los espacios naturales protegidos. En 2010 se han subvencionado con este fin a siete asociaciones andaluzas, con un importe total de 75.958 euros, entre las cuales se encuentra la iniciativa gaditana en la salina de Chiclana, que recibirá 9.500 euros para poner en pie el campo de voluntariado.
De este modo, durante las próximas semanas, 17 jóvenes procedentes de Córdoba, Sevilla, Málaga, Huelva, Cádiz y Asturias recuperarán las artes tradicionales de extracción de sal con las mismas herramientas, aperos y métodos de trabajo que durante siglos han utilizado los salineros: desde los aprendices que arreaban el borrico, al 'novicio' que aprendía a sacar la sal, pasando por el capataz y el acarreador que cargaba la materia prima en los serones.
Los jóvenes voluntarios realizarán desde las labores de control del agua mediante compuertas, a la extracción de sal común y de género específico como la flor de sal, de espuma o de escamas. Durante su trabajo también recuperarán los muros de los secaderos, así como sus compuertas, periquillos o tajería, y se encargarán de difundir al gran público un sector abandonado durante años, que vuelve con fuerza. Y es que la salina se pondrá en funcionamiento con fines demostrativos para su utilización como recurso en la educación ambiental y la interpretación del patrimonio.
El objetivo principal del proyecto es salvar el uso público y la conservación de la salina de Santa María de Jesús, que no ha sido elegida por casualidad para albergar este campo de trabajo. De hecho, el estero cuenta con un gran potencial natural y cultural, y es representativo del patrimonio etnológico de esta zona.