'Trigger' puja alto

Si a Babieca se le puede atribuir el mérito de permitir que su amo, el Cid, cabalgara sobre sus lomos después de muerto para ganar una batalla, a Trigger, el caballo del actor Roy Rogers, se le debe reconocer la proeza de seguir generando ingresos aunque hayan transcurrido 45 años desde que estirara la pata. 266.500 dólares, concretamente, es la cantidad alcanzada por el equino, disecado por deseo expreso de Rogers, en la prestigiosa casa de subastas neoyorquina Christie's, donde se subastaron hasta 300 objetos personales del denominado 'Rey del Oeste' y su mujer, la también actriz Dale Evans.

La imagen de Leonard Franklin Syle, más conocido como Roy Rogers, uno de los rostros más populares del 'western' cinematográfico y televisivo entre las décadas de los 30 a los 50, va indisolublemente ligada a su sombrero blanco, a una guitarra y a Trigger, el caballo palomino que le acompañó en la mayoría de sus más de cien películas y en la gira de actuaciones en directo que ofrecía por los EE UU.

La muerte del animal en 1965 supuso un duro revés para el intérprete, que negándose a decirle adiós, decidió disecarlo, destino que también impondría a otro de sus leales compañeros, el perro Bullet, un pastor alemán que asimismo se subastó en Christie's. No parece que Rogers, fallecido en 1998, vaya a revolverse en su tumba en caso de conocer que la mayor parte de sus posesiones están saliendo a subasta. Y es que, además de habilidoso vaquero y reputado cantante 'country', Leonard F. Syle tuvo buen ojo para los negocios, siendo precursor absoluto del 'merchandising'.

En 1940, intuyendo los beneficios que podría obtener de la explotación de su popularidad, impuso en su contrato una cláusula que le reservaba para sí mismo los derechos sobre su imagen, su voz y su nombre y se lanzó a la comercialización de, entre otros, una figura de acción Roy Rogers, juguetes, novelas y cómics con sus aventuras, así como una cadena de restaurantes. Sólo el gran imperio de las industrias culturales, Walt Disney, le superaba en el negocio.

Por lo que se ve, la marca Roy Rogers sigue siendo rentable 60 años después. Y aunque el legendario Trigger partía con el precio de salida más alto, la pieza más exitosa de la subasta resultó ser una silla de montar, decorada con escenas de rodeo y con el nombre del vaquero grabado, que ha alcanzado el valor de 386.500 dólares. El coche Pontiac Bonneville, al que puso asientos de piel, cambió los tiradores de las puertas por pistolas e incrustó monedas de plata en el cambio de marchas y la guantera, fue otra de las joyas de la jornada, adjudicada por 254.500 dólares.

Roger Roy y Dales Evans se conocieron en 1947 en el rodaje de 'Home in Oklahoma' y se casaron ese mismo año, en el que sería el segundo enlace para el actor. Se convirtieron, desde entonces, en compañeros inseparables en el terreno personal y profesional, trabajando conjuntamente en todas las películas rodadas desde entonces, hasta la muerte de Rogers. Tuvieron ocho hijos, algunos adoptados, y colaboraron en multitud de campañas solidarias. «Ellos eran los Brad Pitt y Angelina Jolie de los años cincuenta», afirma Linda Kohn, de la compañía High Noon Western. Quizá, quién sabe, dentro de 40 años se pueda pujar por el bulldog que siempre acompaña a los 'Brangelina'.