Chelsea Clinton y Marc Mezvinsky se darán el "sí quiero"

Chelsea Clinton, la hija del ex presidente de EEUU Bill Clinton y de la actual secretaria de Estado Hillary Clinton, se casará con Marc Mezvinsky en un pintoresco pueblo del norte de Nueva York en medio de la expectación de los estadounidenses, el secretismo de la ceremonia y extraordinarias medidas de seguridad.

Los festejos previos a la ceremonia matrimonial, de la que se sabe poco excepto que será en la tarde-noche y en la mansión Astor Courts de Rhinebeck (Nueva York), comenzaron con una recepción que ofrecieron anoche los padres de la novia. Bill y Hillary Clinton, que apareció vestida con una túnica larga de seda verde con pequeños estampados, saludaron a la prensa y a los muchos curiosos que se acercaron hasta el restaurante en que hicieron ese tradicional banquete, preparado en esta ocasión por la chef Laura Pensiero.

Los Clinton, que en más de una de sus aireadas crisis matrimoniales han visto como su hija era su principal motivo de unión, han expresado su alegría por la boda de Chelsea, de 30 años, y Marc, de 32, que es considerada por muchos medios de comunicación estadounidenses como "la boda del año". "Para mí está guapa siempre", dijo ayer el orgulloso padre de la novia al ser preguntado por si la joven se vería bella en este día, en el que los jóvenes se darán el "sí quiero" en una ceremonia que no se sabe si será religiosa y ante unos 400 a 500 invitados.

El ex presidente de Estados Unidos también se mostró contento con su yerno, hijo de dos conocidos políticos demócratas, Marjorie Margolies-Mezvinsky y Ed Mezvinsky, ahora divorciados, y que trabaja en el 'hedge fund' neoyorquino 3G, y del que dijo que "le gustaba mucho. Le admiro, y Hillary también".

Envuelta en el secretismo

Pocos detalles se conocen de esa boda, cuya seguridad está a cargo del servicio secreto de Estados Unidos y para la que han cerrado el espacio aéreo sobre Rhinebeck para evitar que sea sobrevolada por helicópteros de los medios de comunicación que quieran captar sus imágenes. También se han cerrado las carreteras y los accesos a la mansión de Astor Courts, cuyos alrededores -según diversos medios estadounidenses- están vigilados por cientos de agentes de la policía del estado de Nueva York y del servicio secreto de EEUU.

Se desconoce de quien será el vestido que lucirá la novia, aunque los medios de comunicación estadounidenses llevan semanas especulando sobre si será obra del dominicano Oscar de la Renta o la de estadounidense Vera Wang, ambos diseñadores muy del gusto de la joven Chelsea. De la novia, que este año ha terminado sus estudios de Salud Pública en la universidad de Columbia, tampoco se han visto fotos en los últimos días, fiel a su deseo de mantener la privacidad.

Poco se sabe igualmente de la ceremonia, cuyo coste los expertos sitúan entre tres y cinco millones de dólares, y de quienes asistirán a ella, aunque sí se conoce que el presidente de EEUU, Barack Obama, y su esposa, no lo harán porque, según precisó él mismo, no han sido invitados.

Muchos son los rumores que apuntan a que entre los asistentes estarán famosos como la presentadora de televisión Oprah Winfrey, el cineasta Steven Spielberg o la cantante y actriz Barbra Streisand, así como los ex primeros ministros británicos Tony Blair y John Major. Sí se sabe que Chelsea puso como condición a sus padres que sólo invitaran a quienes ella conociera previamente. De momento al banquete del viernes por la noche acudieron dos personajes muy cercanos a los Clinton durante su etapa en la Casa Blanca, como la ex secretaria de Estado Madeleine Albright y el ex asesor presidencial Vernon Jordan. Chelsea Clinton y Marc Mezvinsky han sido novios durante cinco años y se conocen desde la adolescencia, además de haber coincidido en la universidad de Stanford (California).