ESTRELLA SOLITARIA

Pertenezco a una generación en la que el deportista español era poco más o menos que un 'marginal'. Para que se hagan una idea los que sean mucho más jóvenes, nos conformábamos con que ningún nadador se ahogara en el europeo de turno. Antes, todo era distinto. La calidad individual era lo único que podía llevarnos a tocar el cielo con la punta de los dedos. Ángel Nieto, Severiano Ballesteros, José Marín, Perico Delgado, José Luis Doreste y pare usted de contar.

El protagonista de mi artículo perfectamente podría ser un atleta del siglo pasado. A sus 34 años, Reyes Estévez está ante, posiblemente, su último campeonato de Europa. Ni mucho menos es uno de los aspirantes a colgarse del cuello una medalla, pero están las cosas tan mal en el 1500 nacional que, siendo sinceros, es (con todos los respetos para Manolo Olmedo) el único de nuestros tres representantes que nos puede dar una alegría. Mejor que Fermín Cacho, Abascal, infinitamente superior en sus prestaciones sobre el tartán al 'endiosado' José Luis González. Compararlo con Higuero o Redolat es una falta de respeto para un catalán que, de haberse cuidado, hubiera pasado a la historia por superar los registros de Steve Ovett, Sebastian Coe, Steve Cram, Said Aouita, El Guerrouj, Nourredine Morceli. Claro, no sería el mismo de haber llevado una vida más acorde a la de un deportista de élite. Es lo que tiene parecerse tanto a Curro Romero.

Ahora que ganamos mundiales con la misma facilidad que gastamos un billete de 50 euros. Que presumimos de Rafa Nadal, Alberto Contador, Jorge Lorenzo, Pau Gasol, Andrés Iniesta. viene bien lo de apostar por una estrella solitaria. Por un deportista de los que ya no quedan. De los que abundaban cuando África comenzaba en los Pirineos. Cuando los franceses impedían que nuestra fruta se ganara el favor del Viejo Continente. Cuando Marruecos apresaba nuestra flota pesquera. Viene bien que todo no esté tan milimetrado. Que una medalla no sea un sueño aunque nadie dé un duro por nosotros. Con Reyes compitiendo, no descarten nada.