Una parte de la historia de la selección
Antonio Fernández Marchán fue homenajeado ayer en Guadalcacín y su nombre ya luce en el campo de fútbol
Actualizado:Tiene 39 años, y ya ha rozado su culmen deportivo en el Mundial de Sudáfrica. Antonio Fernández volvió ayer a su tierra, Guadalcacín, para estar presente en los actos de reconocimiento que se organizaron en su nombre, y que se abordaron desde una doble perspectiva en una junta vecinal extraordinaria; en primer lugar, el gobierno local propuso al Consistorio jerezano que se galardone al técnico con el premio Ciudad de Jerez de este año. En segundo lugar, inauguraron del recién designado campo de fútbol municipal Antonio Fernández Marchán.
«Ha sido increíble», reconoce el técnico. «Cuando me llamó la alcaldesa de Guadalcacín en semifinales del Mundial y me dijo que tenían previsto hacerme algo con independencia de lo que pasara en la final, sentí una satisfacción enorme». En esta línea, la edil de la pedanía, Ana Lirio, reafirma la necesidad de galardonar «una trayectoria tan espléndida dentro del mundo del deporte».
Este regreso ha permitido a Fernández contrastar su vida actual con aquella que le internó en su afición por el deporte. Desde su punto de vista, «todo ha sido muy rápido; en 12 años no suelen pasar tantas cosas. Es complicado de asimilar, porque te recuerdas aquí entrenando a chavales jóvenes, y ahora de repente ves que el nombre del campo es el tuyo».
Cuando mira atrás, Fernández intenta aunar sus éxitos, sus fracasos y los momentos de superación. En palabras del técnico, «ha habido momentos muy complicados en esta carrera, pero cuando uno se cae tiene que tener la capacidad de poderse levantar y seguir adelante».
El jerezano volvió a Guadalcacín después de dos semanas de vértigo tras regresar de Sudáfrica. Todo el equipo deportivo de la selección ha acudido a una infinidad de actos y entrevistas en este tiempo, hecho que ha impedido al técnico asimilar todos los logros cosechados. «No hemos tenido tiempo de hacer una pausa, por eso hay que saborear el día a día, seguir con los pies en el suelo y trabajando», declara Fernández.
El próximo 11 de agosto viajará a México con la selección, continuará así con una experiencia que, según expresa, «hace un tiempo nunca habría imaginado».
Ni el éxito ni su evolución personal le han hecho cambiar desde sus inicios. «Sigo creyendo en lo mismo, yendo con la misma gente y teniendo los mismos hábitos», comparte. Una situación que, en todos sus matices, colabora a lo que califica como un momento «de satisfacción plena personal y profesionalmente».