Cinco de los trece gaditanos que viajaron al festival, ayer en LA VOZ. :: A. VÁZQUEZ
Love parade

«Vimos a gente inconsciente, pero creíamos que iban borrachos»

Trece jóvenes de Cádiz fueron testigos de la tragedia del Love Parade a escasos metros de la avalancha

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Al principio no eran conscientes de lo que ocurría, pero después supieron que se salvaron por los pelos de ser víctimas de la tragedia. Trece jóvenes gaditanos, de entre 18 y 23 años, fueron testigos el pasado fin de semana de la avalancha de personas que costó la vida a 20 personas -entre ellas dos jóvenes españolas- en la fiesta de música electrónica del Love Parade, en Duisburgo (Alemania) y que ha conmocionado a media Europa. Javier, Antonio, Juan José, Pablo y Larry -cinco de estos jóvenes, vecinos de la capital- relataban ayer a LA VOZ, tras volver de Alemania, los detalles de su viaje a la que consideran «la mayor fiesta del mundo», y que por desgracia ha quedado marcada por la muerte.

Para ellos era su primer Love Parade y por suerte, pueden contarlo, aunque se encontraban a escasos metros del punto en el que se produjo todo. «Estábamos a unos 20 metros del barullo, en el túnel que llegaba a la entrada, pero nos paramos a tomar unos cubatas; no nos íbamos a meter en ese follón», recordaban ayer. A pesar de estar tan cerca, no sabían que ocurría realmente en la puerta del recinto, donde la gente se agolpaba y era pisoteada. «Nosotros veíamos las imágenes que salieron en la tele, de gente subiendo a los contenedores», pero creían que era público colándose en el recinto. «Entonces empezaron a salir, sacando a algunos mareados y medio inconsciente; pero pensamos que estaban borrachos». Sin embargo, algo les escamó. «Había mal rollo, algo no iba bien, empezamos a ver peleas, así que nos fuimos por una de las salidas de emergencias -perpendiculares a los túneles-, donde subimos por el poste de un foco y nos colamos; tuvimos suerte», explicaban.

Durante horas, mientras disfrutaban de la música -el concierto no se suspendió- ni siquiera imaginaron que había muerto alguien. De hecho, la noticia de la tragedia la conocieron por sus padres, que vieron las imágenes en televisión y los llamaron al móvil. Las líneas telefónicas comenzaron entonces a colapsarse.

A juicio de estos jóvenes, la organización es la culpable de lo ocurrido, «porque quiso que todas las personas pasaran por una sola entrada, lo que es una locura». «Es como si en Carnaval de Cádiz la Policía cerrase el casco histórico para controlar quien mete alcohol, pero multiplicado por cuatro», aclaraba ayer uno de ellos.

A pesar de todo, estos reivindican la otra cara del Love Parade: la festiva, que vivieron más de un millón de personas ajenas a la tragedia.