La estrategia de la anaconda
Actualizado:José Blanco ha optado por una estrategia constrictora para doblegar a los 'rebeldes' controladores. Les ha bajado el sueldo y aumentado las horas a precio normal por decreto. Después, ha abierto el melón de la privatización de las torres de control, que llegará en otoño. Y, además, tiene previsto quitarles tareas que hasta ahora hacían habitualmente, como el seguimiento de los aviones desde que aterrizan hasta que aparcan en la terminal. Se han disparado las bajas médicas en el colectivo, pero el ministro ya ha avisado de que quien sufra mucho estrés deberá someterse a un examen médico para evaluar su capacidad y que, de no aprobar, quizá comporte su salida de Aena. Incluso ha amenazado con la llegada de militares a las torres. Hasta ahora, ha frenado el ímpetu de los vigilantes del cielo, pero la guerra no está ganada. Los controladores siempre pueden jugársela.