El Zoobotánico de Jerez acoge el nacimiento de un nuevo alimoche
La misma pareja de esta especie de carroñeros en peligro, la única que se reproduce en cautividad en España, ya tuvo otra cría en 2003
JEREZ.Actualizado:El milagro de la vida vuelve a surgir en el Zoobotánico de Jerez, unas instalaciones que ya se han hecho famosas por tener el orgullo de ser cuna de los nuevos linces ibéricos que se están reproduciendo en la Península, y que ahora también han albergado el nacimiento de la cría de otra especie en peligro.
Y es que el zoológico jerezano ha logrado el nacimiento de un alimoche, un pequeño carroñero -el buitre más pequeño de la Península y de Europa- reproducido en cautividad por la única pareja que hasta el momento se ha mostrado capaz de hacerlo en España fuera de su hábitat natural.
Según informó ayer el Ayuntamiento de Jerez, el nacimiento de la cría se produjo el pasado 10 de junio, por lo que ya ha pasado la fase crítica tras su alumbramiento, lo que le ha permitido ser anillada y analizada por los veterinarios.
Lo excepcional de lo ocurrido en el Zoo de Jerez es que a pesar de que esta especie está presente en muchos zoológicos europeos, su reproducción ha sido posible en contadas ocasiones.
Sin ir más lejos, en España sólo se consiguió criar por primera vez en cautividad en el año 2003, cuando esta misma pareja sacó adelante en el Zoobotánico de Jerez su primer pollo.
Desde entonces, y por distintos motivos, la pareja no ha vuelto a tener éxito, ya que aunque han nacido otros dos pollos en este periodo de tiempo ambos fallecieron cuando contaban con pocos días de edad incapaces de superar la fase crítica que sigue al alumbramiento.
El alimoche es un pequeño buitre de color blanco con alas negras y cabeza amarilla desprovista de plumas que se reproduce en el sur de Europa e inverna en el África Central y Transahariana.
La población española de este carroñero, integrada por unas 1.500 parejas, está considerada como el último baluarte de esta especie en Europa y por eso está catalogada como especie en peligro.
En los últimos años, la población de esta especie en la Península Ibérica se ha visto reducida en más del 25 por ciento como consecuencia del envenenamiento producido por el consumo de cebos ilegales utilizados para el control de los depredadores. La pérdida de las fuentes de alimentación (muladares, conejos, etcétera), la muerte por electrocución al chocar con tendidos eléctricos, por disparos o los choques con aerogeneradores son otras causas que tienen una incidencia menor.
En Andalucía, donde la presencia de esta especie fue frecuente en el pasado, sólo quedan en la actualidad 34 parejas reproductoras, la mayoría de ellas en las sierras de la provincia de Cádiz.